Prosiguen los recortes presupuestarios los presupuestos de la Comunidad Autónoma de cara al próximo ejercicio 2011. Y lo peor es que el descenso de inversiones se ve acompañado para el año que viene con bajadas en partidas como la Educación y la Sanidad. En la segunda materia, una de las últimas medidas que dejó firmada la ex consejera de Sanidad del Gobierno regional Mercedes Rodós antes de abandonar el PP el pacto regional con CC excluye la distribución de las tiras reactivas -glucómetros- para diabéticos de las farmacias, con lo que este tipo de pacientes tendrán que acudir ineludiblemente hasta un centro de salud para conocer el nivel de glucosa o glucemia en sangre.
A pesar de que la propuesta de sacar estos productos de la botica fue una decisión adoptada bajo la batuta de la anterior consejera, Mercedes Roldós, su sucesor en el cargo, Fernando Bañolas, ha manifestado su interés por mantener esta medida.
Aunque la medida ha pasado casi desapercibida para ciertos sectores sociales, las asociaciones de diabéticos de Lanzarote, Gran Canaria y Tenerife las tres únicas existentes en Canarias- han mostrado su repulsa ante tal medida, que fue firmada por la ex consejera Mercedes Roldós, publicada en el Boletín Oficial de Canarias (BOC) en octubre de este año, y que solo en el Archipiélago canario afecta a cerca de 280.000 personas. Canarias es la región con mayor índice de afectados de toda España y otro dato alarmante es que se estima que unas 50.000 personas en las Islas padecen esta anomalía pero no les ha sido detectada todavía.
Al menos para el diez por ciento de los dibéticos de Canarias, calificados como de nivel 1 pues son insulino-dependientes -necesitan inyectarse continuamente esa insulina que no les genera el páncreas-, las tiras reactivas son imprescindibles, ya que es la única vía para que puedan conocer su nivel de azúcar en sangre.
Esta misma medida ya se aplicó en mayo de 2010 en la Comunidad Autónoma de Valencia. También se ha llevado a la práctica en regiones como Extremadura. En este sentido, la Federación de Diabéticos Españoles (FEDE) presentó en octubre de este año una reclamación ante el Defensor de los Usuarios del Servicio Extremeño de Salud en la en la que critican la "actuación irregular y anómala" de este sistema al "convocar un expediente que contempla la reducción drástica y sin justificación de la tipología de tiras reactivas que pretende adquirir, pasando de cinco a tres los tipos de este producto sanitario".
Oposición de los colegios de farmacéuticos
Lo cierto es que las medidas autonómicas para contener el gasto farmacéutico han abierto en Canarias un nuevo debate entre los colegios de farmacéuticos y la Consejería sobre si las tiras reactivas deben seguir dispensándose desde las oficinas de farmacia o si deben darse en los centros de salud.
De hecho, según recoge correofarmaceutio.com, en la reunión mantenida a principios de este mes de diciembre entre el nuevo consejero (acompañado por el director de Farmacia, Buenaventura Fernández) y los presidentes de los COF regionales (Carlos Muñoz, de Las Palmas, y Guillermo Schwartz, de Tenerife), éstos le mostraron su rechazo a la iniciativa y le pidieron que no llegue a ejecutarse.
Desde los COF señalan que, además de pedirle a Sanidad que "no saque" las tiras reactivas de la botica, le han expuesto los principales problemas que ven a la medida: por un lado, "al tratarse de un objetivo económico, se hará a través de compras centralizadas", por lo que se estaría "limitando y restringiendo" la capacidad de elección del paciente, y además se estarían dejando "fuera del mercado" aquellos productos que no entrasen dentro de esas compras centralizadas.
Razones sanitarias
Por otro lado, desde las asociaciones de diabéticos y desde los propios colegios de farmacéuticos de Canarias se critica la medida del Ejecutivo regional pues, a su entender, la ausencia de estas tiras reactivas provocarán un descontrol en la población afectada por la diabetes y, con ello, múltiples anomalías que afectan, especialmente, en la cornea -con la consiguiente pérdida de visión- los riñones, el bazo, el hígado, etcétera.
Así, esgrimen problemas sanitarios, ya que "no todas las tiras reactivas tienen características y funciones similares", lo que obliga a contemplar particularidades que esta medida dificultaría: "Cada diabético que pueda tener problemas en este sentido le supondría a la Administración un gasto, según estimamos, de 3.500 euros. Con el porcentaje de casos que entendemos que habrá en este sentido, creemos que el ahorro que se espera será practicamente inexistente". Por ello, señalan que el asunto aún no está cerrado y sigue pendiente de negociaciones.
Desde la Consejería canaria señalan a CF que, aunque "el diálogo y el debate siguen abiertos", la medida "supondría un ahorro de ocho millones de euros al año", una cifra más que relevante "ante la necesidad de contener el gasto".
Además de que hay regiones en las que esta medida ya se ha llevado a cabo, asociaciones de pacientes ya han mostrado su rechazo por entender que perjudica, no sólo la capacidad de elección, sino que dicha falta de elección también puede generar problemas sanitarios por incompatibilidades.