Los artífices de la muestra dicen que la serie empezó a gestarse entre un grupo de amigos con un nexo de unión común: la pasión y gran afición por el mundo de la fotografía. El colectivo asegura un mínimo de calidad en las obras y respeto a lo que denominan “determinados sectores”, como es el caso de las obras religiosas, cuidando de no caer “en una vulgar provocación”.
Cada integrante, doce en total, propone un mínimo de dos imágenes para cumplir con el objetivo de exponer al menos veinticinco fotografías. “Nuestro reto es que cada interpretación se haga más personal y madure sin perder el nexo que las une. Nuestras obras poseen lo mejor de cada uno”, comenta uno de los artistas. El grupo creativo considera los medios digitales de captura y edición como “meras herramientas que nos permiten asomarnos a la visión de su maestro creador, emulando tímidamente detalles increíbles de su imaginación”.
En Yaiza estarán expuestas, hasta el 2 de junio, fotografías de Alberto Bouza, Chema Hernández, David A. González, David Ramos, Francisco Arteaga, Israel Pestano, Javier Tapia, Jorge Díaz Puhl, Luis Mesa Melián, Mariela K. Báez, Omar García y Santi Peréz.