Con aforo completo, el Teatro de San Bartolomé recibió este viernes entre aplausos al tenor Pancho Corujo, acompañado al piano por Josu Okiñena y lo despidió de la misma manera con el patio de butacas en pie al completo.
Pancho, sonriente todo el concierto y de negro riguroso, recibió constantes aplausos a lo largo de la hora y media que duró el concierto. Con una sobria puesta en escena, con el negro como protagonista, las voces y la dulzura y precisión del pianista, hicieron que el público reconociera la enorme calidad musical y la potente voz y que resultara a la vez emotivo con un repertorio poco habitual para un tenor.
Agradecieron al público sus aplausos con varios bises. Ni Pancho ni Josu Okiñena, dejaron impasible al público congregado para la ocasión, que aplaudieron notablemente la maestría y delicadeza tanto al piano como de la voz.
El repertorio elegido para la ocasión, llevaba por título “Nostalgia de dos riveras”. Dicha denominación fue idea de Pancho Corujo que comentó en el trascurso de la rueda de prensa previa al concierto que este era el primero de 9 conciertos que se darán a lo largo de la geografía nacional “este es un homenaje personal de reconocimiento a aquellos que se emocionaron al conocer la música sudamericana cuando emigraron a ese continente y que aún hoy se siguen emocionando cuando, ya de regreso a sus islas, la siguen escuchando. Eso hace que por las venas de muchos emigrantes circulen dos cauces de nostalgia, la añoranza de su tierra que vivieron cuando estaban fuera y la añoranza que hoy tienen en recuerdo de los países que los acogieron cuando necesitaron abrigo y comida.”
Pancho Corujo deleitó a todos los asistentes, con un repertorio no operístico, en el que destacaron Canción del carretero, Sampedrino, Triste, Tu partida, Estrellita, Dime que si, El Araguaney o Morucha, como homenaje personal a toda la gente que ha vivido la añoranza de la tierra que te vio nacer y después, de la tierra que les recibió y los vio partir.