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El médico conocido por haberse olvidado las pinzas en el vientre de un paciente chino, Andrés Armas Carranza, ha sido condenado este martes por la Audiencia Provincial de Las Palmas, según sentencia -no firme y recurrible mediante apelación- notificado a Crónicas por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), a 2 años y 3 meses de cárcel por otra imprudencia médica en la que una paciente quedó en estado vegetativo.
El otro médico acusado, Luis Fernando López Alva, ha sido condenado a la misma pena "como responsables criminalmente en concepto de autores de un delito de lesiones, sin que concurran circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal".
Del mismo modo habrán de indemnizar conjunta y solidariamente a S.E.A.D. con la cantidad total de 807.700 euros por las lesiones, secuelas y demás perjuicios causados.
En la sentencia se recoge, entre otros, lo establecido precisamente por la sentencia del Juzgado de lo Penal nº 3, Arrecife, de 9 de Julio de 2013, que establece expresamente que "la imprudencia temeraria grave nace cuando el tratamiento médico o quirúrgico incide en comportamientos descuidados, de abandono y de omisión del cuidado exigible, atendidas las circunstancias de lugar, tiempo, personas, naturaleza de la lesión o enfermedad, que conduzcan, olvidando la lex artis, a resultados lesivos para las personas".