¿Palmericidio o la vuelta del picudo rojo?, esto es lo que se pregunta el ciudadano Domingo García al contemplar el estado de estas palmeras, situadas delante del hotel Fariones, en un parterre situado en medio de la calle entre el hotel y la parada de taxis de la zona.
"Nadie se explica" -dice el ciudadano- "cómo en pocos días unas palmeras canarias, aparentemente en perfecto estado y con una vigorosidad espectacular, pueden quedarse en esta situación, ya han arrancado dos ejemplares y por parte del ayuntamiento o quien corresponda no se da ningun tipo de explicaciones".
Según Domingo García, por parte de los vecinos han surgido comentarios para todos los gustos, "desde el picudo rojo a que molestan a determinadas personas, sin saber muy bien porqué".