La actualización del PRUG de Timanfaya, clave para fortalecer la conservación del parque nacional lanzaroteño
El debate sobre la conservación y el uso público sostenible del Parque Nacional de Timanfaya comenzó ayer en el marco de las Jornadas de Gestión del Uso Público, que han congregado a diversos expertos en el Centro de Visitantes e Interpretación de Mancha Blanca (Lanzarote).
El abogado Josema Garrido, experto en realidad territorial y ambiental de Canarias, subrayó la necesidad de “actualizar el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional de Timanfaya”, que data de 1990.
El PRUG ha estado vigente durante 35 años, tiempo en el que las cifras de visitas turísticas han crecido dejando obsoleto el plan rector: en 2024, más de 3,4 millones de turistas visitaron Lanzarote y más de 775.000 visitaron el centro turístico Montañas del Fuego.
La revisión del Plan Insular de Ordenación de Lanzarote, la formulación del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) y del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Natural de Los Volcanes constituyen “una ventana de oportunidad”.
El biólogo Rafa Paredes analizó la incidencia socioambiental que tienen las actividades de uso público en el Parque Nacional de Timanfaya, recordando que el PRUG regula con detalle “la capacidad máxima de carga en el Islote de Hilario, la Ruta de los Volcanes y el Echadero de los Camellos”, y establece “limitaciones estrictas para proteger el paisaje volcánico”.
“Fomentar la conservación y el uso público no son objetivos excluyentes”, recordó el experto. Su compatibilidad depende de “una planificación adecuada, una gestión responsable y una participación informada de la sociedad”. La clave está en “el equilibrio”, aseguró Paredes.
El actual PRUG del Parque Nacional de Timanfaya, según la información aportada en nota de prensa, establece una capacidad de carga máxima de los aparcamientos en el Islote de Hilario, con un tope de 90 vehículos y 8 guaguas. “Está constatado desde hace años que estos límites se superan con frecuencia” y que se está ocupando espacio para aparcamiento fuera de la zona de uso especial autorizada, generando impactos negativos “en infraestructuras y seguridad vial” e incrementando la contaminación por emisiones.
El “elevado número de incidencias registrado en la Ruta de los Volcanes” (circulación de vehículos por zonas no autorizadas, uso indebido de drones, presencia de visitantes en áreas de acceso restringido) pone de manifiesto “la necesidad urgente de revisar el modelo de afluencia” y de “incrementar recursos personales y económicos al control de visitantes y a la vigilancia del parque nacional”.
La directora del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Elena Villagrasa, habló sobre la experiencia que tienen con el control de accesos en este espacio natural, que ha implementado servicios de lanzadera, reforzado el transporte público y restringido el acceso en vehículo privado.
Asimismo, Villagrasa habló del Plan de Movilidad Sostenible y Autoprotección del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido que incluye soluciones como una plataforma (app y web) para hacer reservas online, controles de acceso con lectura de matrículas y barreras para vehículos, sensores ópticos para controlar el aforo y un plan de comunicación online y offline que ofrece información sobre el parque y la afluencia en tiempo real.