Fotos: Anabel Navarro
Un vuelo de Naysa procedente de la ciudad de El Aaiún trasladó este miércoles a Lanzarote a los últimos pasajeros del 'Assalama', que llevaban siete días en Tarfaya esperando una solución. Unas 70 personas, de las cuales 11 tienen nacionalidad española, continuaban hasta este miércoles en tierras marroquíes después del accidente que sufrieron la pasada semana, al sur de Marruecos, al encallar el barco en el que viajaban durante una maniobra.
Cansados, nerviosos y enfadados. Así traspasaron el miércoles la puerta de llegadas del Aeropuerto de Lanzarote. Y no es de extrañar teniendo en cuenta que, en una semana, han pasado por un accidente, siete días de incertidumbre y un retraso en el vuelo de su vuelo.
Indemnizaciones
Tras una semana de resistencia, un avión de la compañía aérea Binter Canarias trasladó a los últimos pasajeros del buque siniestrado 'Assalama' de la compañía Armas hasta la Isla después de alcanzar un acuerdo con la naviera sobre la indemnización por los daños y perjuicios ocasionados por el accidente. Llegaron con el compromiso de que en diez días tendrán noticias fiables sobre el seguro, al margen de los 1.500 euros que dicen haber recibido en concepto de anticipo. Algunos de ellos han recibido un vale para el alquiler de un vehículo durante ese tiempo.
Accedieron a su repatriación después de alcanzar el acuerdo con la naviera ya que, en un principio, pesaba sobre ellos la duda sobre si alguien se haría cargo de sus pérdidas. Y es que el Gobierno canario expresó el pasado lunes que no abrirá expediente a Naviera Armas. La portavoz del Gobierno de Canarias, Carolina Déniz, aseguró que el Ejecutivo regional no piensa abrir ningún expediente ya que "no tiene competencia" para ello al ser una línea internacional.
De los últimos pasajeros, muchos continúan sin entender algunos de los episodios que vivieron a bordo del barco y reclaman explicaciones. Pero, para más inri, el accidente del buque ha sacado a la luz los problemas, carencias irregularidades del transporte marítimo canario además de cuestionar la responsabilidad de la naviera y el Gobierno canario.
Demasiados porqués en el aire. El presidente de la Asociación de Consignatarios y Buques de Lanzarote, Tomás Fajardo, se refirió este jueves en la Tertulia del Despertador a la polémica existente sobre este tipo de conexiones entre Canarias y Marruecos. “El barco de la línea de Naviera era muy antiguo y está también el problema con los papeles”, indicó. Juan Ferrer, el conocido empresario lanzaroteño, aseveró que “quizá el fallo de Armas ha sido haber puesto la línea a su nombre y con bandera panameña, algo con lo que salva impuestos pero no su nombre, que ha quedado en entredicho”.
“Se comenta que pudo recibir subvenciones del Gobierno canario y marroquí para montar la línea pero han conseguido que se cuestione su nombre”, añadió Fajardo. Y es que, según explicaron durante su intervención, que un barco tenga bandera panameña significa que su dueño es una compañía de la misma nacionalidad. “Los controles por los que tiene que pasar no son los mismos”, informó Ferrer.
Nueva línea, muelle viejo
Por otro lado, los tertulianos hablaron sobre la nueva línea entre Arrecife y Agadir anunciada para junio por Naviera Armas. Armas avanzó hace meses que la línea comenzaría a operar en junio pero no descarta buscar otra salida si el muelle de la capital sigue entonces inacabado. En definitiva, o las instalaciones de Los Mármoles están listas en junio, o Arrecife se queda sin conexión con Agadir. El delegado de Transmediterránea en Arrecife espera que “el puerto esté preparado antes de junio” aunque empieza a perder la esperanza y reconoce que “llevamos así desde principios de abril”
Cartas sobre la mesa
“Un accidente de este tipo, con tantas desgracias materiales, requiere que se ponga sobre la mesa qué está pasando con el transporte en canarias”, dijo Fajardo. En este sentido, Ferrer añadió que “es necesario que el Gobierno canario ponga los medios suficientes en los puertos porque no es normal que se abra una línea ni un puerto sin las infraestructuras y medios para controlar necesarios” y lanzó algunas preguntas al aire cuestionando los “dobles intereses que puede hacer detrás de todo”.
