lunes. 09.06.2025
Manuel Cabrera, candidato del PIL a la Presidencia del Cabildo insular de Lanzarote

"Quiero devolverle a Lanzarote al menos una parte de toda la felicidad que me ha dado"

"No tengo las soluciones para todo", sostiene, "pero aspiro a que como mínimo la seriedad vuelva al Cabildo de Lanzarote"

"No tengo las soluciones para todo, pero aspiro a que como mínimo la seriedad vuelva al Cabildo de Lanzarote". Con este propósito se presenta Manuel Cabrera como candidato del Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) a la Presidencia del Cabildo insular de Lanzarote en las elecciones de este domingo, 24 de mayo. Cabrera, que ha sido el primer invitado de este martes en el programa 'El Candidato' de Crónicas Radio-Cope Lanzarote, se define como una persona a la que siempre le gustó la política pero cuya timidez le ha frenado en muchas ocasiones.

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria hace 47 años, Manolo Cabrera es soltero y tiene un hijo. Trabaja como gerente de empresa y procede de orígenes conejeros. De hecho, recuerda cómo siempre en Lanzarote le han considerado de alguna forma 'canarión' y en la Isla Redonda por el contrario un verdadero conejero. Su pasión por la Isla de los Volcanes viene de lejos. Aquí regresó definitivamente cuando contaba con 22 años. "Me acostaba todas las noches soñando con mi playa de Puerto del Carmen. Cerraba los ojos y por la mañana todos los días me venía a la cabeza ese paisaje hacia los Ajaches, con Fuerteventura al fondo", ha explicado para definir cómo disfrutaba de sus años de juventud en la playa, practicando lucha canaria en la arena o haciendo pesca submarina.

Hijo del conocido luchador canario apodado con el sobrenombre del 'Pollo de Tías', un exportador de fruta que trabajaba con cebollas, granos y tomates, Cabrera recuerda su infancia como una época "muy bonita", en la que pasó muchas tardes cerca de la nave que posteriormente su padre adquirió "cazando ranas y lagartijas". Respecto a su madre, admite que "es una santa que supo como nadie adaptarse al fuerte carácter" de su padre, una "fuerte personalidad" que a juicio de Manuel Cabrera, él también ha heredado y que quizás, según señala, sea el motivo de su actual soltería. Define a su única hermana, mayor que él, como alguien con bastante carácter que decidió quedarse en la capital grancanaria y hoy en día es madre de dos niños.

El candidato del PIL al Cabildo estudió en el colegio de Los Jesuitas de la capital grancanaria y vivió algunos años en el barrio de Schamann. Reconoce que no era un estudiante muy brillante y que a veces hasta se aburría en clase. Le encanta, sin embargo, según relata, eso de ser el delegado de la clase, y quizás de ahí podría venirle su implicación con la política como una forma de incidir en la sociedad. Aunque conserva muy buenos recuerdos de su niñez y su juventud, es una persona que reconoce que no le gusta demasiado mirar hacia el pasado. "Soy una persona que vive del hoy al mañana. Lo del pasado, aunque nunca hay que renunciar a los orígenes de uno, nunca me ha servido de mucho", afirma.

Respecto a su formación, "para desgracia" de su padre, "que estaba empeñado en que no siguiera sus pasos en la lucha canaria y en que hiciera la carrera de Derecho", Cabrera dejó la licenciatura cuando ya estaba cursando el cuarto curso. Lo dejó todo literalmente para marcharse a Lanzarote, donde a pesar de vivir en Las Palmas "ya venía disfrutando de unos cuatro meses de playa al año".

En cuanto a sus primeros contactos con la política, Cabrera recuerda que "finalmente me decidió por el PIL", entre otras cosas, "porque fue el partido que quizás más me insistió. Era una época en la que en Tías envidiábamos los logros y tantas cosas buenas que Dimas Martín había traído para Teguise, y cuando se hablaba por ejemplo en la Universidad de Derecho de la posibilidad de que Dimas fuera el próximo presidente de Canarias", apunta. "La gente del PIL venía detrás de uno y he podido comprobar cómo al final es cierto eso de que este partido en realidad es una gran familia". Reconoce que fue Antonio Hernández, Antón, y figuras históricas del PIL como María José Docal quienes le dieron en su día el último empujón que necesitaba para dar el salto definitivo a la política y en la legislatura entre 2007 y 2011 ostentó el cargo de consejero de Deportes, Juventud y Seguridad Vial en el Cabildo de Lanzarote, a la vez que era concejal del PIL en Tías cogobernando con el PSOE que lideraba en este municipio el entonces alcalde, Pepe Juan Cruz.

Cabrera advierte a los partidos emergentes en estas elecciones que "para estar preparado, primero uno tiene que saber convivir consigo mismo y luego tratar de convencer a los demás de que se está preparado".

Alaba la labor y el esfuerzo de compañeros del PIL como Francisco Guzmán Rodríguez o Feliciano Díaz, de los que piensan que "se han hecho a sí mismos".

Entre otros deportes, es un apasionado del paddel, que practica frecuentemente, aunque de pequeño siempre tuvo tiempo "para jugar al fútbol y a lo que se terciara con los amigos en la calle". Y hablando de deportes, no ha cambiado un ápice su opinión sobre un tema recurrente que parece perseguirle, la financiación del Ironman, donde sigue abogando por que las ayudas económicas que el Cabildo destina a La Santa, organizador del evento, se dedican a otros fines deportivos, dado el alto número de participantes de esta prueba internacional y los ingresos que reporta para esta empresa privada. En la presente edición, que tendrá lugar este mismo sábado, 23 de mayo, tal y como ha recordado, participan 1.800 deportistas.

Sobre su regreso al PIL y a la política activa a partir del próximo mandato, Manolo Cabrera admite que quiere "devolverle a Lanzarote al menos parte de toda la felicidad que me ha dado".

"Quiero devolverle a Lanzarote al menos una parte de toda la felicidad que me ha dado"