El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha abandonado este sábado por la mañana Lanzarote después de pasar una semana de descanso en la residencia de La Mareta, en Costa Teguise.
Lo ha hecho como estaba previsto subiéndose junto a su familia al ya famoso Falcon del Ejército del Aire que utiliza para sus desplazamientos desde que llegó al poder.
El presidente, que llegó a la Isla el pasado 29 de diciembre, accedió al aeropuerto de Guacimeta en un coche todoterreno de alquiler sobre las 10.50 horas. Allí le estaba esperando el avión del Ejército, que tomó pista sobre las 9.10 horas. Tras unos minutos de demora provocados por el tráfico habitual en un día festivo en Lanzarote, finalmente la torre de control le dio acceso para iniciar la maniobra de despegue y el Falcon presidencial partió rumbo al aeropuerto de Torrejón, en Madrid.
El jefe del Ejecutivo ha estado de vacaciones en la vivienda de Patrimonio Nacional en Costa Teguise con su mujer, Begoña Gómez, y sus dos hijas. Allí recibió al 2019 y allí se supone que ha diseñado los primeros pasos políticos que va a tener que dar en un año fundamental para su futuro y para el futuro del país, con los presupuestos generales del Estado todavía por amarrar como asunto principal a resolver con relativa urgencia.
En principio Moncloa aventuró que el presidente estaría hasta el día 2 o 3 de enero, pero finalmente, probablemente porque ha estado tranquilo y confortable en una isla acostumbrada a la visita de todo tipo de personalidades, el presidente de su familia han prolongado la estancia hasta el día de los Reyes Magos. No van a poder disfrutar de las magníficas cabalgatas previstas para esta jornada en los siete municipios que conforman Lanzarote.
