Los vecinos del pueblo norteño de Órzola siguen esperando que se solucione el problema del alumbrado público que sufren sus calles, viendo cómo pasan los meses y los responsables municipales no ofrecen alternativas. Así al menos lo considera Nueva Canarias (NC), que este jueves en nota de prensa recuerda que este pueblo recibe diariamente muchos visitantes, aumentando los fines de semana, ya que gran parte de esos turistas viajan a La Graciosa dejando sus vehículos en este pueblo, mostrando la estampa de una localidad sin luz, originando una sensación de inseguridad por la que muchos empresarios de la zona dedicados al sector hostelero ya han denunciado en otras ocasiones.
Entre las grandes carencias que tiene esta localidad está la ausencia de un parque infantil, demandado desde hace años, donde los más pequeños puedan disfrutar de ese espacio, "el Ayuntamiento colocó en su momento dos columpios a dos metros de la carretera y muy cerca de un risco, que por supuesto no reunía ni cumplía ninguna normativa en lo referente a la seguridad y tuvo que ser desinstalado de inmediato", afirman los vecinos.
Nueva Canarias repara en que desde la entrada del pueblo hasta el mismo muelle es imposible encontrar una papelera, "algo que no se entiende en un lugar de paso como es este, Órzola también carece de bancos donde los mayores puedan sentarse y descansar, tampoco se localizan jardines".
"Ir a Órzola e intentar aparcar el coche es tarea realmente complicada, la única opción que le queda al visitante que llega al pueblo es estacionar su vehículo en uno de los tantos aparcamientos privados que tienen los restaurantes reservados para sus clientes", denuncia Nueva Canarias.
A juicio de esta formación política, Órzola se ha convertido en un pueblo carente de servicios mínimos para sus residentes, vecinos que han sufrido durante muchos meses las consecuencias de la obra faraónica de un muelle de dudosa legalidad, destrozando una de las bahías más bonitas y atractivas de Lanzarote, sólo hay que ver el estancamiento del agua al anularse la corriente de la marea, ofreciendo una sensación de fango y lodo y que está acabando con gran parte de la vida marina que tenía esta zona.
