El todavía vicepresidente primero del Cabildo de Lanzarote, Manuel Cabrera, ha anunciado este jueves en un artículo de opinión que ya está publicado en este diario que no tiene intención de abandonar su puesto y de entregar el acta al Partido de Independientes de Lanzarote (PIL). El artículo, después de un prolongado y voluntario tiempo de silencio, surge como consecuencia de la filtración por parte de su ya ex partido a algunos medios de comunicación de la expulsión definitiva que habían comunicado a la Primera Corporación insular. Una reacción lógica que se produce casi como anticipo de lo que podría ser una expulsión del actual grupo de gobierno que preside Pedro San Ginés, quien antes de las vacaciones de Navidad ya adelantó en Crónicas Radio-COPE Lanzarote que estaba meditando expulsar a Cabrera como consecuencia de su apoyo al Partido Socialista (PSOE) en el bloqueo de la aprobación del Órgano Ambiental.
La relación con San Ginés y la tensión con su propio partido ha provocado esta última reacción, que aunque se veía venir no deja de sorprender a aquellos que pensaban que la formación insularista iba a separar los problemas que ha tenido con los concejales de Arrecife y San Bartolomé de lo que estaba sucediendo en la Primera Corporación insular.
"La ley, afortunadamente, quizás por casos como éste, indica que las actas son personales. Al final quien responde ante electores y justicia de sus actuaciones es quien fue elegido para ello por la ciudadanía. Peligroso es que los cargos electos se pueden convertir en marionetas, en manos de los intereses de los que dirigen los partidos, como precisamente está ocurriendo en este PIL. Se nos expulsa como ruin castigo buscando que personas sin motivo como son los concejales de Arrecife, San Bartolomé o los que estamos en el Cabildo seamos considerados tránsfugas, para que así podamos perder cualquier emolumento por nuestra actividad. No he cometido ninguna actuación ilegal ni ilegitima que me haga pensar en dejar mis obligaciones y responsabilidades como consejero del Cabildo, así que Ramón Bermúdez puede perder la esperanza de sustituirme", argumenta en su artículo.
"Sólo puedo tener palabras de agradecimiento a los simpatizantes del PIL, me aceptaron y apoyaron como independiente dentro del partido. Una gran experiencia, aunque cargada siempre de disgustos. Debo al PIL, a sus simpatizantes y a todos aquellos que confiaron en mi persona el haber sido portavoz del partido, concejal y teniente alcalde de mi municipio, así como consejero y vicepresidente del Cabildo. Siete años y medio intensos, en los que siempre he sentido el cariño, respeto y respaldo de muchos lanzaroteños. No es fácil dejar de pertenecer a un partido al que uno debe tanto y al que ha representado con tanta ilusión. No evitará que la gente me aborde en cualquier sitio identificándome como: “Manolo Cabrera, el del PIL”; incluso para muchos soy, a secas, “el del PIL”. Es parte ya de la vida de uno. Ha sido un orgullo, con sueldo o sin él, en el gobierno o en la oposición, desempeñaré la labor que me encomendó el pueblo de Lanzarote lo mejor que pueda hasta final de legislatura. Es la política para mí una ilusión, una vocación que ejerzo por voluntad propia, a pesar de sus adversidades y decepciones", anuncia finalmente.