El ex consejero de Agricultura y Ganadería Higinio Hernández está contemplando la posibilidad de tomar medidas legales contra el Cabildo de Lanzarote por entender que la fotografía que la Primera Institución insular envió a los medios de comunicación de la Isla responde a “una persecución contra mi persona”. Hernández explicó este lunes en este sentido que “el caso lo tienen ahora los servicios jurídicos y denunciaré si se demuestra que es así”, puesto que “hay que reservar el derecho a la imagen”.
Además, el ex consejero alega que “yo no estaba haciendo nada ilegal para que me persigan sacándome fotografías”. Y es que Hernández justificó su presencia en Alegranza con una autorización de los propietarios del islote.
Hernández, quien aseguró a este periódico que en ningún momento el motivo de su visita a Alegranza fue para cazar pardelas ni para pescar, dice además sentirse “indefenso” y pide “a las personas que utilizan a los demás para cubrir su ineficacia” que le dejen en paz, ya que en la actualidad no ejerce ningún cargo público.
La pregunta que, según el ex consejero, ha de plantarse es: “¿Ha actuado el Cabildo igual con Higinio que con el resto de personas que han visitado Alegranza con autorización del dueño?”. Por ello, instó a la presidenta del Cabildo, Manuela Armas, a que explique “cómo ha actuado el Cabildo este año con los permisos que tenían los propietarios”.
Por su parte, el ex consejero de Pesca del Cabildo y patrón mayor de la Cofradía de Pesca de La Graciosa, Marcos Páez, cree que se trata de “una maniobra de Carlos Espino de pasar por encima de la presidenta”, ya que las competencias de Medio Ambiente no le corresponden a éste, sino a Manuela Armas.
Vigilancia de Adena
La noticia de la estancia de Higinio Hernández en Alegranza saltó a la opinión pública el pasado 4 de octubre. Voluntarios de WWF/Adena, que se encontraban en el islote de Alegranza en Lanzarote realizando tareas de vigilancia, alertaron a las diferentes administraciones encargadas de salvaguardar la riqueza natural del Parque Natural de la posible presencia de furtivos en la zona.
Horas después regresaron al campamento base los tres huidos, "portando uno de ellos una caña de pescar y una mochila presuntamente cargada de pescado y marisco. Además, otro de los individuos portaba un saco sin que se identificase su contenido.