martes. 10.06.2025
Aunque siempre se han identificado dos bandos contrarios en el Cuerpo municipal, la continuidad de José Antonio Lasso Tabares ha puesto fin a lustros de fractura en sus filas internas: la elaboración de la RPT y la confección del Reglamento interno son buena prueba de ello

El destierro de la división interna

Atrás quedan tristes episodios como el escándalo de Córdoba por el que dos agentes tienen todavía expediente abierto, la misteriosa desaparición de las balas en las taquillas del cuartelillo o alguna que otra paliza en José Antonio atribuida a un mismo agente

El viejo cuartelillo de la Policía Local será sustituido en diciembre por el antiguo edificio de los juzgados, que está siendo totalmente modernizado.

Fotos: Dory Hernández

No hay similitud alguna entre la Policía Local de Arrecife y la de Coslada, en Madrid, por mucho que algunos, bien en distintos foros de opinión o incluso desde dentro, se empeñen en hacer ver lo contrario. La Policía Local de la capital de Lanzarote, hoy por hoy, va camino de convertirse en un claro ejemplo de convivencia y armonía en sus filas internas. El más amplio cuerpo funcionarial del Ayuntamiento de Arrecife se ha caracterizado en los últimos años por publicitadas disputas entre su personal, un sinfín de conflictos por intereses meramente políticos, y tristes anécdotas como la de las balas desaparecidas en el cuartelillo, aderezadas con alguna que otra trifulca en tierras andaluzas.

José Antonio Lasso Tabares es el jefe de la Policía Local de Arrecife.

Sin embargo, la continuidad y liderazgo de José Antonio Lasso Tabares al frente de la Jefatura de la Policía Local ha permitido que en los últimos años se esté notando cierto destierro de la división interna que toda la vida ha caracterizado a la Policía Municipal. “Ciertas polémicas al final sólo terminan desmotivando al personal. Mi opinión es que las divergencias internas deben ser resueltas en el propio cuartelillo, y no en los medios de comunicación”, explica.

Líos internos

Conflictos internos y requerimientos sindicalistas hay muchos y seguirá habiéndolos pero, para bien o para mal, los primeros están pendientes de resoluciones judiciales (el caso del escándalo de Córdoba por el que dos agentes tienen todavía expediente abierto, o alguna que otra paliza en José Antonio atribuida a un mismo agente) y los segundos van camino de apaciguar las mil y una reivindicaciones a las que los policías locales de Arrecife nos tienen acostumbrados. “Casi todos los expedientes abiertos a agentes al final se cierran, pero mientras no se demuestre lo contrario soy partidario de que persista la presunción de inocencia, pues sería totalmente ilógico que fuera a la inversa”, sostiene. De hecho, los dos agentes que protagonizaron hace un par de años la trifulca en Córdoba, en la que se les acusó de usar armas en mitad de una fiesta que tenía lugar en un bar, ejercen hoy por hoy como policías locales en toda regla. Ambos agentes se enfrentan a una sanción administrativa pero en ningún caso han sido penalizados con inhabilitación.

“En aquel momento se comprobó que sus armas reglamentarias y todas sus armas, pues no estaban de servicio, estaban en el cuartelillo, así que es imposible que estuvieran portando arma alguna. Emitimos un informe tras abrir expediente informativo y lo que decidimos fue dejar el tema pendiente de la resolución judicial”, que próximamente se conocerá. El jefe de la Policía Local es consciente de que “en ese momento la mayoría de los ciudadanos se habrían quedado más satisfechos si hubiéramos quitado a los dos agentes del cuartelillo”, pero por encima de todo, Lasso Tabares confía en sus hombres y si respeta la presunción de inocencia en el delincuente, también lo hace en lo que respecto a los agentes de la Autoridad.

Del mismo modo, de todos es sabido que cada vez la propia Policía recibe más denuncias de los ciudadanos. Esta costumbre, sin embargo, no termina casi nunca con sanciones contra los agentes de la Autoridad. “El 99 por ciento de las denuncias terminan archivándose”, dice Lasso Tabares, que respeta y entiende, sin embargo, que a todo ciudadano le ampara tal derecho.

RPT y Reglamento interno

De hecho, casi no hay mejor prueba de la armonía que ahora reina en los vestuarios del cuartelillo, que en unos meses será sustituido por el edificio de los antiguos juzgados, que la actual elaboración de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) y del Reglamento Interno que, a pesar de su ausencia material, siempre ha regido el designio de las obligaciones y los derechos de los agentes.

Hoy por hoy, al contrario de lo que “sucedía en otros tiempos y con otros mandos” según Lasso Tabares, ya no existe si quiera esa rivalidad entre la Policía Local capitalina y la Policía Nacional de Arrecife, que se han venido disputando el reconocimiento social de muchos de sus logros. Aunque “a todos nos gusta que se reconozca nuestra labor y nuestros servicios, la coordinación entre uno y otro Cuerpo es total y no existen ya esas viejas rencillas”, comenta el jefe de la Policía, que recuerda con admiración el trabajo de comisarios de Arrecife como Raimundo Villanueva. “Ahora con José Monje [actual comisario principal de la Policía Nacional de Arrecife] las relaciones son también muy fluidas y colaboramos en todo lo posible por que nuestra eficacia sea la máxima”, precisa.

El destierro de la división interna
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