Según la información aportada desde el Cabildo en nota de prensa, la Consejería renace después de un proceso de reorganización interna emprendido desde la llegada de Cabrera al cargo, previo análisis de la realidad del área y conversaciones con los trabajadores, artífices finales de los logros obtenidos. La primera pasa por el personal. Según explica la consejera, “con esta ordenación se pretende optimizar al máximo los recursos humanos del Departamento, sin que a ellos les afecte en términos económicos y, en la medida de lo posible, tampoco en términos de movilidad. Sólo cinco personas se desplazan de su centro de trabajo y es debido a las obras en el CIC El Almacén. Tres vendrán al cabildo y dos al Teatro Insular. Y a pesar de que los cambios siempre generan inquietud, he encontrado en el personal muy buen ánimo. En general, han mostrado ilusión, motivación, y han aportado ideas”.
Y es que la consejera de Cultura quiere “más producción e iniciativa. Un trabajo más creativo y de iniciativas, no sólo de gestión burocrática”. Cabrera quiere “llegar a los que generan cultura. A los artistas residentes en la isla, así como a colectivos y asociaciones. Lograr una mejor coordinación con ellos implicando a las corporaciones locales, y procurarles eventos y espacios físicos en los que poder mostrar sus trabajos. De este modo, se le podrá sacar más rendimiento a los espacios culturales con los que contamos, además de poder habilitar otros nuevos a través de acuerdos temporales o puntuales con otras entidades públicas o privadas”.
“Al mismo tiempo, -añade la consejera- quiero que la cultura en Lanzarote tenga las puertas abiertas al mundo. Tanto para proyectar hacia afuera el trabajo de nuestros artistas, como para poder recibir aquí otras propuestas, exposiciones, obras de teatro, etcétera”. Sostiene Enma Cabrera que “esta época de dificultades es también tiempo de oportunidades. Como el Neorrealismo italiano, que dio al mundo grandes obras del celuloide en plena resaca de la Segunda Guerra Mundial. Cuando falta el dinero, surgen el ingenio y las mejores ideas”.
Educación: mucho por hacer
Respecto al Área de Educación, se prevé lograr que la misma se convierta en herramienta de actividades complementarias a la educación formal. Uno de sus mayores empeños es lograr una mayor interacción con Cultura, y que ambas áreas no sean compartimentos estancos. Entiende que la Cultura puede aportar mucho, generando contenidos y actividades complementarias a la educación formal.
Sin embargo, un objetivo importante consiste en lograr una Formación Profesional más acorde a las necesidades del tejido empresarial de la isla, para que pueda generar riqueza y oportunidades reales de empleo a quienes cursan estos estudios. Contará para ello con el Gobierno autonómico, que está elaborando un mapa canario de la FP y cuyo director general, José Moya, estará hoy en Lanzarote mostrando las directrices de este proyecto así como recogiendo sugerencias y peticiones.
Cabe asimismo destacar la eficiencia con la que se han desarrollado aspectos transversales a la formación como las becas de estudio y para el transporte, que este curso se están resolviendo con gran celeridad y solvencia. Este es el nivel de eficiencia que la consejera Emma Cabrera quiere que sea el común denominador en la gestión de todos los departamentos a su cargo.
Otras iniciativas formativas gestionadas por el Área de Educación el Aula Didáctica, la Universidad de Verano, ésta coordinada con las universidades canarias de Las Palmas y La Laguna, la universidad para mayores Peritia et Doctrina, o el proyecto Aula Abierta. Con éste, el Cabildo brinda la oportunidad de seguir formándose, de continuar con su desarrollo intelectual a personas que, por curiosidad o por simple inquietud , desean seguir aprendiendo.
Esta iniciativa socio-educativa está desarrollada e impartida por profesionales y profesores universitarios. Conjuga la actividad teórica de diferentes campos del saber (la Historia, la Salud, la Psicología, el Arte, la Sociedad..., con aspectos lúdico-formativos como talleres y visitas didácticas que dinamizan la actividad. Esta estrategia educativa tiene como objetivo el enriquecimiento cultural, la cohesión social y la integración entre los participantes.