Colocan la cruz de la plaza de Las Palmas bajo la supervisión del Cabildo y del Ayuntamiento de Arrecife
Los operarios de la empresa que se ha encargado de la obra de rehabilitación de la plaza de Las Palmas, enfrente de la iglesia de San Ginés, han vuelto a colocar la cruz cristiana que se quitó cuando se iniciaron los trabajos de remodelación. Lo han hecho este lunes por la mañana bajo la supervisión del consejero de Obras Públicas del Cabildo, Jacobo Medina, y del alcalde de Arrecife, Yonathan de León, que habían convocado a los medios de comunicación precisamente para explicar el porqué de la acción ya adelantada la semana pasada en el programa "A buena hora" de Crónicas Radio.
El ayuntamiento de Arrecife destaca, en un comunicado de prensa, que al comienzo de la intervención la cruz fue retirada de manera provisional por recomendación técnica. La utilización de grúas, maquinaria pesada y movimientos de tierra generaba riesgos para su estabilidad por lo que desde el primer momento los especialistas coincidieron en que la mejor forma de preservarla, conservarla y protegerla era desmontarla temporalmente hasta que las fases más complejas de la obra estuvieran superadas.
Hoy, una vez completadas esas fases y con la plaza en un estado prácticamente restaurada los técnicos han confirmado que ya no existe ningún riesgo para la pieza patrimonial lo que ha permitido su reposición con total seguridad.
El alcalde Yonathan de León destacó hoy que "la plaza ,junto a la obra artística de César Manrique, simbolizan el avance de la recuperación del patrimonio de la ciudad, que se une a otros proyectos municipales en marcha"
"Cumplimos con la legalidad, cumplimos con el acuerdo de la Junta de Gobierno y con el acuerdo plenario que establecían que la cruz y el monolito debían mantenerse en su lugar original. La actuación de restauración de la plaza, acordada por las junta de Gobierno del Ayuntamiento de Arrecife, se centraría exclusivamente en el pavimento , parterres, farolas, jardinería,y aljibe de la plaza. Ese compromiso se ha respetado desde el primer día”, indicó el primer edil
El alcalde subrayó además que “esta obra era necesaria para dignificar un espacio histórico que durante años reclamaba una intervención integral” y confirmó que “la casuarina histórica de la plaza se ha mantenido, tal y como estaba previsto y como era voluntad de la institución y de los vecinos”.
Asimismo, agradeció al consejero de Obras Públicas del Cabildo “la coordinación permanente y el trabajo conjunto desde el Área de Obras Públicas que ha permitido que esta rehabilitación avance con firmeza y dentro de los plazos previstos”.
Por su parte, el consejero insular de Obras Públicas del Cabildo, Jacobo Medina explicó las razones técnicas que motivaron la retirada y posterior reposición de la cruz. “Desde el inicio de la obra, los técnicos determinaron que la pieza debía protegerse ante el uso de grúas y los movimientos de tierra. Lo fundamental era garantizar su integridad y evitar cualquier daño”, detalló.
Medina añadió que “con la intervención ya muy adelantada y sin riesgos de afección, la reposición se ha realizado de forma segura, respetando el valor simbólico e histórico del elemento”.
El consejero destacó además que “la rehabilitación de la Plaza de las Palmas era una actuación necesaria, muy demandada y que permitirá dotar al centro histórico de Arrecife de un espacio más accesible, más amable y plenamente renovado. En unos días se procederá a la recepción técnica de la obra, y los vecinos podrán volver a disfrutar de una plaza cuidada, moderna y puesta al día después de décadas sin una intervención de este alcance”.
La obra de rehabilitación, que se encuentra en su semana final supone según el consistorio una mejora integral del entorno incorporando nuevo mobiliario urbano, accesibilidad universal y una renovación completa del espacio público respetando sus elementos históricos y simbólicos.
Finalmente, el Ayuntamiento de Arrecife recordó que el proyecto ha sido financiado por el Área de Planificación y Proyectos del Cabildo de Lanzarote, que gestiona la vicepresidenta y consejera de Hacienda y Contratación, María Jesús Tovar, a través de fondos europeos Next Generation.
Independientemente de la polémica que se ha generado en los últimos meses una vez que se abrió el debate sobre si la cruz era parte de un monumento franquista o no lo era, el consejero de Obras Públicas fue claro al anunciar que su responsabilidad era volver a poner en su sitio aquellos elementos que se quitaron para preservarlos mientras duraban los trabajos que les encomendaron. Para él, la aplicación o no de la Ley de Memoria Histórica en todo caso correspondía a otros estamentos y a otro momento diferente al que tenía que ver con la finalización de los trabajos. Es el mismo argumento que ha compartido también el alcalde de la capital lanzaroteña, quien además dijo la semana pasada en el mismo programa de radio que existe un acuerdo plenario que determina con claridad que había que devolver la cruz a su sitio original y un acuerdo de la Junta de Gobierno en la misma línea.
El caso es que la cruz cristiana ha vuelto este lunes al lugar en el que ha estado en los últimos setenta y cinco años, desde que se hizo la obra original y la posterior remodelación que supervisó el artista César Manrique.
Nota de prensa de Lanzarote en Pie
Lanzarote En Pie (LEP) ha emitido una nota de prensa en la que solicita a todos los grupos políticos democráticos del Ayuntamiento de Arrecife que exijan el cumplimiento estricto de la Ley Canaria de Memoria Histórica (2018) y de la Ley de Memoria Democrática (2022). La organización municipalista considera “inaceptable” que se avance hacia la recolocación del símbolo falangista de la plaza de Las Palmas de Arrecife, pese a que su retirada es una obligación legal.
LEP recuerda que ningún acuerdo de la Junta de Gobierno Local puede obligar a recolocar un vestigio cuya retirada está ordenada por ley, y advierte de que cuestionar esto supone “o desconocer el marco jurídico o justificar políticamente una decisión que no se sostiene”. En este sentido, apunta al artículo 47 de la Ley 39/2015, que declara nulos de pleno derecho los actos administrativos que vulneren leyes de rango superior.
La organización subraya que el Catálogo de Vestigios Franquistas de Canarias es una herramienta administrativa, no una condición para aplicar la ley. “La obligación de retirar símbolos que ensalcen el golpe, la guerra civil o la dictadura existe desde que entró en vigor la Ley de Memoria Democrática. Con o sin catálogo, la Administración está obligada a actuar”, señalan desde LEP.
Además, recuerda que existe un informe técnico-jurídico posterior al acuerdo de la Junta de Gobierno que confirma el carácter franquista y de exaltación de la dictadura del monumento. “La discusión no está en un trámite, sino en el significado político e histórico del símbolo. La ley no exige que esté incluido en un catálogo, solo que exalte valores antidemocráticos. Y en este caso, lo hace”, explica la organización.
Para LEP, mantener o recolocar símbolos falangistas en el espacio público “rompe los consensos básicos de cualquier sociedad democrática” y convierte un lugar de convivencia en un espacio marcado por la memoria del golpe y la dictadura.
“Los espacios públicos deben representar valores de convivencia, pluralismo y respeto democrático. Arrecife no puede retroceder en derechos de memoria ni enviar mensajes ambiguos sobre lo que significan estos símbolos”, afirman desde la formación municipalista.
Por ello, Lanzarote En Pie hace un llamamiento directo al conjunto de partidos democráticos que conforman el Pleno del Ayuntamiento de Arrecife pidiendo “responsabilidad institucional". “Lo que está en juego no es un trámite, sino el cumplimiento de la ley y el modelo de convivencia que queremos para Arrecife”, afirman.
La nota de LEP concluye reiterando que seguirá defendiendo una ciudad “donde todas las personas puedan reconocerse sin imposiciones simbólicas del pasado autoritario”.