Lo que Becerra y su partido pretenden es preguntarle a la máxima dirigente de la Corporación cuáles fueron las razones por las que ésta “retuvo el informe de la tesorera accidental [que certificaba que los Centros Turísticos no han abonado todavía al Cabildo el canon de 2007 y 2008, por valor de 5 millones de euros], sustrayendo la información de su contenido”.
En su escrito, el portavoz del PNL-NC recuerda que el pasado 29 de octubre el Partido Popular (PP) solicitó a Manuela Armas una certificación sobre los ingresos recibidos por el Cabildo en concepto de canon de la EPEL [Ente Público Empresarial Local] de los Centros de Arte, Cultura y Turismo (CACT's) del Cabildo, correspondientes a los ejercicios 2006, 2007 y 2008.
Según relata en su escrito Becerra, el día 4 de noviembre la tesorera accidental certificó que no hay ingreso alguno de la EPEL al Cabildo en concepto de canon durante los años 2007 y 2008. Becerra recuerda que el pasado 14 de noviembre se celebró la última sesión plenaria de la Corporación, con asuntos en el orden del día relacionados con la EPEL.
Así, asegura el portavoz del PNL-NC que no fue hasta el día 18 de noviembre cuando la presidenta del Cabildo hizo entrega a la oposición de la mencionada certificación, de la que se desprende que la EPEL de los CACT's adeuda a la Máxima Corporación insular en concepto de impagos del canon correspondiente a los años 2007 y 2007 la cantidad de más de 5 millones de euros (más de 832 millones de las antiguas pesetas).
Explicaciones que “faltaron a la verdad”
En su petición de interpelación, Becerra también pregunta a la presidenta del Cabildo por los motivos que han llevado al grupo de gobierno a “faltar a la verdad” en sus explicaciones en el Pleno sobre este asunto.
El consejero recuerda que el responsable de los CACT's, el socialista Carlos Espino, aseguró en Pleno primero que la EPEl no adeudaba ni un euro al Cabildo para, posteriormente, reconocer que todavía no se habían liquidado esos 5 millones de euros y admitir que todavía debía hallar la diferencia entre esa deuda y el dinero invertido en comidas del Cabildo y obras dentro de los Centros Turísticos que él mismo había encargado, “sin previsión presupuestaria alguna y sin la aprobación ni conocimiento ni del Consejo de Administración de la EPEL ni del propio Pleno del Cabildo de Lanzarote”.
