El Ayuntamiento de Arrecife invertirá en los barrios de Argana Baja y Alta la subvención de 1,5 millones de euros concedida este mes por el Gobierno de Canarias a la capital de Lanzarote. La intervención contempla el reasfaltado de calles, construcción y recuperación de aceras y canalizaciones de cables para eliminar los tendidos visibles. El responsable de Obras del Ayuntamiento, Luis Morales, dijo que por falta de proyectos no será que no se ejecuten obras en Arrecife. Subrayó que el dinero es muy limitado. Según Morales, el Ayuntamiento tendrá que aportar algún recurso municipal para completar íntegramente las infraestructuras subvencionadas por el Ejecutivo regional. “Este dinero no es suficiente, pero sí que es una cantidad importantísima para la recuperación de dos barrios importantes de Arrecife con muchas necesidades”, comentó.
Entre la aprobación de la subvención y la ejecución de la obra hay un tramo burocrático que caminar, así que en este momento es casi imposible concretar plazos de entrega de obras. El Ayuntamiento esperará que el Gobierno ingrese el dinero en sus arcas para luego sacar las obras a concurso. En todo caso, el Consistorio tendrá que actualizar los proyectos, ya que los mismos están redactados hace dos años.
Luis Morales, con respecto a la mejora del centro de la ciudad, señaló que la obra civil está terminada en un 99 por ciento, a falta del cambio de los pivotes, que se realizará en el mes de febrero. Son muchos los ciudadanos que han manifestado su descontento por la debilidad y ubicación de estos. Casi todos o están en el suelo o presentan un alto grado de deterioro. Los nuevos pivotes serán de hormigón, similares a los que están colocados en el parque Islas Canarias.
La empresa contratista actualmente coloca bancos, farolas, papeleras y todo el mobiliario urbano que en su conjunto constituyen el embellecimiento de una zona altamente transitada. Luis Morales sostuvo que el paso constante de gente ha ralentizado la ejecución del proyecto. El concejal restó importancia al hecho de que se estén rompiendo los adoquines recién para ubicar bancos y farolas, cuando podían habarse dejado los agujeros para su instalación. “La obra civil es como una casa: primero se hacen las paredes, se pone el techo y demás, y luego se ponen los muebles”, argumentó Morales.
