La historia de los problemas del Ayuntamiento de Arrecife con el puesto de Secretaría y de Intervención serviría para escribir una novela de intriga con no pocos capítulos. Desde que la justicia apartó de su puesto en la Secretaría a Felipe Fernández Camero y la investigación de la Guardia Civil terminó con el interventor Carlos Saénz en la cárcel no ha habido manera de encontrar personas que duraran en el puesto. Una vez ocupada la plaza de secretaria tras la sentencia que obligó a reponer en su puesto a la trabajadora Asenet Padrón, el problema se volvió a producir en la Intervención. Este viernes se cumplía la tercera semana desde que el anterior ocupante de la plaza se marchó por voluntad propia, posiblemente aburrido de lo que sucede en esa institución. Desde entonces, la actual alcaldesa, Astrid Pérez, ha estado buscando casi desesperadamente a un sustituto. Y lo ha hecho peleándose con el departamento de Función Pública del Gobierno de Canarias, intentando que alguno de los interventores de la Isla o de otras islas acumulara el puesto y sirviera a Arrecife aunque fuera de manera transitoria o convenciendo a algún funcionario de los que hay en la plantilla para que se decidiera a ocupar el puesto.
Finalmente la opción, según han confirmado a este diario fuentes municipales, ha sido la tercera. Francisco Guzmán Rodríguez, policía local de profesión y licenciado en Derecho, es desde este miércoles la persona que se va a ocupar de lidiar en una plaza nada sencilla.
Rodríguez, que fue en varias etapas de su vida concejal en Yaiza, es un hombre de dilatada experiencia y perfectamente capacitado para ocupar el puesto. Conoce bien la administración por dentro y sabe a lo que se enfrenta.
De momento, tendrá que lidiar con una situación heredada ciertamente compleja, la que tiene que ver con el tiempo que se ha perdido en estas más de dos semanas y el trabajo que se había acumulado por el anterior responsable del puesto, quien, por una razón u otra, como ha llegado a contar públicamente la alcaldesa en no pocas ocasiones, no parecía dispuesto a imprimir el ritmo a los temas que requiere una institución como la de la capital lanzaroteña. Además, Rodríguez Reyes se tropieza con otra situación para sacar nota, la que ha provocado el coronavirus. Mientras los demás ayuntamientos se han puesto las pilas para descongestionar el pago a proveedores, para hacer en algunos casos milagros para poder pagar las facturas casi unos días después de ser registradas, Arrecife no ha hecho otra cosa que acumular deuda. Por no tener, no tienen ni los presupuestos de 2020 aprobados, otro de los grandes asuntos que se supone que se podrán desarrollar con la persona que entra en el departamento.