La presidenta del Partido Popular (PP) de Lanzarote, Astrid Pérez, ha expresado este miércoles en nota de prensa su rotundo rechazo a las afirmaciones "plagadas de tintes xenófobos y violentos" realizadas Pedro Hernández, asesor del Cabildo de Fuerteventura y Coalición Canaria (CC) en la campaña contra las prospecciones y profesor de la Escuela Universitaria de Turismo de Lanzarote.
El PP recuerda que Hernández ha asegurado en un medio regional que, tras el fallo del Tribunal Supremo avalando las prospecciones, se están barajando distintas acciones contra los políticos que no respetan la opinión de los ciudadanos porque “no pueden seguir viviendo entre nosotros”.
“Alguien que difunde y propaga el odio hacia personas o grupo de personas que piensan distinto está cometiendo un delito similar al de aquellos que hacen apología de la violencia y la xenofobia”, afirma Astrid Pérez, para quien este tipo de posicionamientos y manifestaciones "esencialmente fundamentalistas que no tienen cabida en un Estado de Derecho como el nuestro".
“Estado de Derecho", prosigue Pérez, "al que apela el señor Hernández para reclamar que se respete la voluntad de los ciudadanos de Lanzarote pero que, según él, no debe servir para salvaguardar el derecho a pensar distinto que también tenemos los demás respecto a las prospecciones”, recalca Astrid Pérez.
“Lo que es intolerable y lo que no puedo, ni voy a permitir, porque además es mi responsabilidad como presidenta de una formación política democrática, es que los cargos públicos del Partido Popular sean amedrentados y coaccionados por parte de nadie, y menos aún por un asesor de CC que utiliza y se erige en voz de una parte de la ciudadanía para hacer afirmaciones absolutamente reprobables y mantener actitudes más propias del fascismo que de un sistema democrático”, asegura la dirigente popular.
Para Pérez, resulta bochornoso el silencio cómplice que mantiene CC y el presidente del Cabildo de Fuerteventura ante estos radicalismos de la persona que han asignado como asesor y líder de la campaña contra las prospecciones en el ámbito insular, regional e internacional, así como el del resto de presidentes de las instituciones que están siendo más beligerantes con este asunto.
“No reprobar con contundencia las declaraciones de la persona que los representa es sinónimo de que las comparten, lo que es todavía más preocupante pues significaría que se está dando cobertura institucional a la crispación, al radicalismo y a acciones claramente antidemocráticas”, concluye Astrid Pérez.
