Las cuentas del Estado registraron en el primer semestre del año un déficit de 4.683 millones de euros, el 0,42% del PIB, frente al superávit de 5.218 millones alcanzado en el mismo periodo del año anterior, según los datos de Ejecución Presupuestaria, presentados por el Gobierno. Se trata de la primera caída de ingresos desde junio de 2005.
Así, entre enero y junio, los ingresos cayeron un 4,8%, hasta los 66.934 millones de euros, mientras que los gastos aumentaron el 10%, situándose en 71.617 millones.
Para el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, la evolución del saldo de las cuentas públicas en el primer semestre es "negativa, pero está en línea" con los últimos datos económicos, que han provocado un peor comportamiento de los ingresos a lo largo del presente ejercicio y han dado lugar a un "deterioro claro" del saldo final del Estado.
El secretario de Estado de Hacienda justifica estos datos por la desaceleración de la economía, principalmente en el sector inmobiliario, y el alto precio del crudo, que está produciendo aumentos en los costes empresariales y, por tanto, una merma de sus beneficios.
Ocaña también achaca esta disminución de los ingresos a las medidas adoptadas por el Gobierno para aumentar la liquidez de las empresas y ayudar a las familias a disminuir el impacto de los precios. El actual déficit no contempla la deducción de 200 euros de junio efectuada a los asalariados del sector privado.
Los ingresos no financieros del Estado entre enero y junio de 2008 ascendieron a 92.650 millones de euros, los que supone un incremento del 0,9%. Los impuestos directos se elevaron un 7,5%, hasta los 45.239 millones, gracias, en parte, a la fortaleza del IRPF, cuya recaudación creció un 14,9% debido a los ingresos obtenidos por las retenciones del trabajo y el capital, mientras que la recaudación del Impuesto de Sociedades cayó un 17,6%.
Los ingresos por impuestos indirectos alcanzaron los 40,174 millones de euros, un 10,4% menos que en el mismo periodo de 2007, ya que la recaudación de IVA se situó en 29.011 millones de euros, un 14,2% menos que el primer semestre de 2007, como consecuencia de la disminución de los ingresos brutos ligados fundamentalmente al sector de la construcción y de la agudización del efecto del alto precio del crudo.