Traición a un candidato

Aunque estuvo contenido hasta el final de la campaña electoral intentando paliar las consecuencias de esa ‘contra campaña' que estaban haciendo la mayoría de los dirigentes del Partido de los Independientes de Lanzarote (PIL), entre los que se encontraba su líder histórico, Dimas Martín, de la plataforma electoral CC-PIL-PNC y Partido Vecinal por el Progreso de San Bartolomé, de la que él era el candidato al Senado, al final y después de una carta definitiva que reforzaba lo que se apuntaba en los mentideros políticos y ciudadanos desde la firma de ese acuerdo, Suso Machín habló y habló claro de la “traición” de Dimas Martín.

El candidato al Senado por la plataforma CC-PIL-PNC, que aún con el amago de dimisión de Dimas Martín y su carta en contra de los nacionalistas con los que había negociado esa plataforma, obtuvo nada menos que 13.231 votos el pasado domingo, dice sentirse “traicionado” por el ‘presidente en la sombra' del PIL, que lo había designado como candidato al Senado y que había avalado el acuerdo electoral “firmado entre CC y PIL”. Para Suso Machín, hombre campechano y “de palabra”, lo ocurrido en estas elecciones no tiene más calificativo que el de la “traición”.

Jesús Machín, quien tras reconocer la derrota y aseverar que había llamado a su ya habitual contrincante Marcos Hernández para felicitarle, anunció que no se volvería a presentar jamás al Senado, manifestó que Dimas Martín ya no formaba parte de su lista de amigos y que su partido iba a contar con él y con el entusiasmo que le caracteriza para buscar como sea una unidad nacionalista que les haga remontar el vuelo.

En cierta manera lo sucedido en estas elecciones no es sino otro capítulo más de la historia de PIL y de las ‘maniobras' políticas de su líder, que no es condición sine qua non que esté gobernando o que se encuentre cumpliendo un tercer grado penitenciario para dirigir e imponer sus criterios a un partido que no logra tener más autoridad que la de Dimas Martín.

Ahora ha sido con Suso Machín, que se consideraba su amigo y que incluso se llegó a decir que era el único candidato válido para Dimas Martín, pero antes ha habido muchos nombres que han tenido que apartarse del líder del PIL de forma no precisamente amistosa.

Alguien del PIL me decía antes de abandonar el partido que ya estaban cansados de los vaivenes de Dimas Martín y que no podían hacer un trabajo serio en ninguna institución en base a los intereses personales del líder del PIL. Yo no sé si sus problemas personales con la justicia son la razón de que el PIL diga una cosa hoy y otra mañana, pero lo cierto es que los incesantes cambios en este partido han hecho que desde hace mucho tiempo Lanzarote, además de ser el hazmerreír de toda Canarias y del resto de España, -recuérdese que en la anterior legislatura el Cabildo tuvo siete presidentes, también como consecuencia de su ingreso en prisión después de haber sido elegido presidente del Cabildo-, esté estancada por una razón u otra.

El portavoz del PIL, Manuel Cabrera, lo decía esta misma semana, “desgraciadamente por unas cosas u otras llevamos ocho meses en las instituciones lanzaroteñas sin hacer nada” y la Isla no se puede permitir eso.

La segunda víctima de esta historia que se repite legislatura tras legislatura es Antonio Hernández, presidente hasta este miércoles del PIL. A pesar de que Hernández en un enérgico discurso anunció durante la noche electoral que iba a seguir siendo el presidente del PIL hasta el próximo congreso y que lo seguiría siendo después si conseguía los apoyos suficientes, este miércoles tiraba la toalla por la “deslealtad” de sus compañeros del grupo de Arrecife y por la “falta de democracia” del partido.

Antonio Hernández, uno de los que apostaron desde el primer momento por el futuro del PIL como partido democrático tras sacarlo junto a sus compañeros del olvido más absoluto y conseguir representación en las diferentes instituciones, se ha visto también “traicionado” por Dimas Martín, después de que éste haya impulsado de alguna manera esa reunión de los concejales del Ayuntamiento de Arrecife a espaldas de su compañero y presidente del PIL, Antonio Hernández.

A Hernández le quedaban tras las elecciones y antes del Consejo Político del partido unos días en los que debía saber a quién tenía de su lado después de que Dimas Martín le hubiera utilizado a su antojo para lograr la alcaldía de Yaiza, primero y para debilitar a CC después. Necesitaba apoyos en dos ámbitos, dentro del Consejo Político del PIL y dentro del grupo en el Ayuntamiento, pero al final no le hicieron falta esos días porque las reuniones de los concejales fueron definitivas para él.

Resultaba difícil creer, además, que esta vez a Dimas Martín le fuera a fallar el partido y más cuando sus dos hijos formaban parte de ese comité. El único detalle que hacía dudar de los apoyos con que podía contar Hernández era la postura de Matías Curbelo, que se ha mostrado en público junto a él y a los dirigentes de CC, aunque esto, como se ha demostrado, no quiere decir que Curbelo haya traicionado a Dimas Martín, sino que ha cumplido escrupulosamente con lo mandatado por el partido.

El lunes, Dimas Martín y los concejales del PIL en Arrecife almorzaron en Casa Cristóbal en Teguise. Todos menos Antonio Hernández.

Esta es la cuarta ocasión en la historia del PIL en que las diferencias entre su líder histórico, Dimas Martín, con uno o varios de sus lugartenientes dan lugar a una crisis intestina.

La primera se saldó con la salida de Antonio Cabrera, Luis Perdomo y Honorio García Bravo; la segunda, con el abandono del partido de Juan Carlos Becerra, Pedro de Armas y Cándido Armas; y la tercera, con la expulsión de casi todos los cuadros dirigentes del partido, liderados por María Isabel Déniz y Celso Betancort. Ahora, la cuarta, ya tiene una primera víctima, Antonio Hernández. Veremos cuánto tiempo pasa para que haya una nueva crisis.

P.O. Al cierre de esta edición ya había presentado su renuncia a la presidencia de los jóvenes del PIL, Isaac Castellano, otra gran promesa de los independientes de Lanzarote que hizo un gran trabajo en el Parlamento en la anterior legislatura. Castellano, que deja el partido por discrepancias con su líder, abandona también su cargo de asesor de la Presidencia del Cabildo de Lanzarote.