El catalán lleva preparando la prueba desde el mes de diciembre y asegura estar listo para el comienzo. “Tengo mucha ilusión con este proyecto. Hemos entrenado mucho los últimos meses. Se ha trabajado bien y ahora tiene que dar sus frutos”, asegura el catalán. Josef no irá solo. Junto a él irá un equipo de apoyo que le guiará por los recorridos y estará a su disposición durante cada una de las pruebas. “Básicamente durante la carrera toma agua con sales, agua sola o Red Bull. De comer cosas calóricas como frutos secos, bocadillos de aguacate con jamón, o dulces de mermelada con crema de cacahuete, plátanos”, cuenta Sulaika, compañera de Josef que ya vivió con él el Epic 5 de Hawai el pasado año. En 2011, Josef Ajram demostró que era capaz de completar 5 ironmans seguidos, este año añade dos más a su gesta. ”A la dificultad de los Ironmans hay que sumar los viajes que hay que hacer cada día de una isla a otra, lo que quita horas de sueño, descanso y recuperación. Pese a todo, siempre su mente es más fuerte y puede con el cansancio”, comenta Sulaika. El desnivel y el viento harán que la prueba de cada día sea más complicada que las de Hawai.
Tras muchos meses preparando el evento, por fin el domingo ha comenzado el Red Bull 7 Islands con una primera parada en El Hierro. Josef ha completado en esta isla el primero de los siete triatlones de distancia Ironman que conforman el desafío. “Tengo muchas ganas de que empiece ya”, declaraba el catalán la noche del sábado antes de acostarse.
A las 7.20 de la mañana Josef se metía al agua para nadar los 3,8 km del recorrido. Aquí empezaron las anécdotas. La aparición de medusas obligó a cambiar el recorrido sobre la marcha y a nadar más cerca de la costa. Todo se salvó con una picadura en el tobillo. Tras una transición muy corta, en la que tomó un plátano, Josef se subía a la bici para empezar una de las partes más duras del recorrido, 180 km con un desnivel positivo acumulado de 3 100 metros marcado por la orografía de la isla. Pasado el kilómetro 30, una avería en la bici le tuvo parado cerca de una hora. “Ha sido frustrante, por un momento veía que no podíamos continuar. Piscológicamente me ha afectado mucho, porque he tenido que parar nada más empezar y se me ha roto el ritmo. No he podido disfrutar de la belleza del recorrido”, confesaba. La orografía de la isla ha quedado patente en esta parte del recorrido, en la que se ha llegado a uno de los puntos más altos del Hierro, El Pico Malpaso (1370). Tras más de 7 horas y media sobre la bici, Josef llegaba a la localidad de Frontera para hacer la transición a la parte del maratón.
A las 16.15 de la tarde y con más de 33 grados, empezaba la parte de carrera. 42 kilómetros por un recorrido en el que se alternaba el asfalto y caminos de tierra. Todo iba bien hasta que en el kilómetro 37 se tuvo que parar por calambres en los gemelos. “Los calambres son fruto de la tensión. Físicamente me encuentro muy bien. Aunque ha sido una maratón muy dura, ni una sombra, mucho calor y mucha humedad.” Josef ha consumido 18 litros de agua en todo el día.
El arco de llegada se encontraba en Punta Grande. Allí ha sido recibido por varios habitantes de El Hierro que han aplaudido el primer desafío de Josef.