El pasado jueves, 5 de septiembre, se disputó un encuentro especial para dos árbitros del Comité de Lanzarote. La noticia pasó casi desapercibida la semana pasada, y cobra fuerza una semana después por la repercusión que ha tenido lo que ocurrió en un día que no se olvidará no sólo para ellos sino para el deporte canario en general. El campo Manuel Arrocha García, situado en Puerto del Carmen, fue el lugar escogido para esta noche de fútbol tan significativa. David Rodríguez, que debutaba en la categoría de Primera Regional como arbitro principal con tan solo 16 años, compartió el partido con su padre, un veterano árbitro que ha recorrido diferentes categorías y diferentes disciplinas, como el fútbol sala, también de nombre David.
No sólo la edad del colegiado fue lo que destacó y tampoco su debut en la categoría en este encuentro. Lo que realmente no olvidará es que dentro del equipo arbitral estaba una persona muy especial e importante para David, su padre, que ejerció como asistente primero, con una sonrisa de oreja a oreja por el orgullo que sintió al acompañar a su hijo en un debut tan temprano e importante, después de que el año anterior le acompañara a los estadios locales para seguir su desarrollo como colegiado, donde está demostrando unas dotes únicas.
Alguien que desde pequeño ha sido su referente, tanto en el plano arbitral como en el personal, y de quien se ha guiado para ir consiguiendo sus objetivos pasito a pasito.
Su padre entró al Comité Técnico de Árbitros de Las Palmas en el año 2008 como árbitro de Fútbol Sala y con el paso de los años ha logrado ascender hasta la categoría de Segunda División B. Pero dentro de la organización, más alla de ser árbitro, también es instructor de Futsal e informador en la modalidad de Fútbol.
En el caso de David Rodríguez hijo, entró al estamento arbitral en el año 2021 cuando tenía tan solo 13 años. Desde entonces ha ido cogiendo experiencia por todos los campos de fútbol de Lanzarote y enfrentando las diferentes pruebas físicas y técnicas hasta conseguir este debut tan soñado y tan familiar.
El joven colegiado asegura que "seguiré trabajando para lograr mis objetivos y, lo más importante, disfrutar del arbitraje tal y como he visto a mi padre hacer desde muy pequeño".