Por Antonio Rodríguez de León
El compromiso que tenemos con la ciudadanía canaria desde la Plataforma por el Mar Canario, es seguir opinando sobre cualquier acontecimiento relacionado con los espacios marítimos-aéreos del archipiélago. Hoy nos toca opinar una vez más, sobre el negocio del tráfico de personas inocentes.
El representante del gobierno central en Canarias, vuelve a faltarle el respeto a los canarios cuando afirma que es imposible detectar a un cayuco en deriva en el mar. ¿Y detectar los barcos nodrizas tampoco? Cuando se quiere detectar en medio del Océano Atlántico a un barco con drogas, le localiza y se le detiene a miles de millas antes de llegar a Europa. Se acuerda cuando Vd. dijo las virtudes técnicas de aviones sin tripulación para el control de pateras.
En otros momentos, cuando quiere echarse flores, subraya las excelencias de los servicios tecnológicos que en la vigilancia marítima y aérea dispone su gobierno central. El Sr. Segura Clavel carece de rigor y falta a la verdad sobre las continuas e infinitas llegadas de pateras hasta la misma orilla sin ser detectados por las excelencias tecnológicas que dice disponer. También falta a la verdad cuando insiste argumentando que las pateras realizan el viaje de forma autónoma desde cualquier punto del Continente, sin intervención de buques nodrizas que les acerquen a las costas canarias. Está en su derecho en no creérselo, pero es inaudito no dar crédito a los servicios de información del propio Estado, el CNI. En otro lugar, sería suficiente para su fulminante cese. Aunque debería de dimitir ante las evidencias, y por su propia dignidad
Los intentos del gobierno central para evitar mas salidas de cayucos, son con la compra de voluntades a los gobiernos de donde salen las embarcaciones, ofreciéndoles mucho dinero y construyéndoles infraestructuras. Este procedimiento deshonroso le vale para los gobiernos de Canarias, pero no así para otros territorios soberanos. Aquí se presume de sacarle al gobierno central de turno, dinero o carreteras. Para algunos políticos canarios, la dignidad territorial de Canarias no es prioritaria. Es actualidad el trágico suceso que vuelve a poner al descubierto la ineficacia del gobierno español, que no asume sus responsabilidades con la seguridad de los canarios, a sabiendas que están rompiendo todos los esquemas del bienestar social de la ciudadanía archipelágica.
Con un balance de 56 muertos, se suman a los miles de muertos en años anteriores por la misma situación, un cayuco que nunca llega a Canarias. Mientras el gobierno español, en vez de buscar soluciones solidarias entre las comunidades del Estado y de la Unión Europea, quieren solucionarlo como único saben; comprando voluntades en cada momento puntual.
El gobierno central dice que es responsabilidad el gobierno autonómico, cuando en realidad son ellos los que ponen reparos al autogobierno de Canarias. Son ellos, quiénes deciden lo que tenemos que hacer. Nosotros por sí mismo, no podemos solucionar problemas internos por carecer de capacidad constitucional para intervenir, ni siquiera permiten que lo intentemos.
Los cayucos que nunca llegan a su destino, sea cual sea el número de ocupantes, desaparecen en el mar después de ser desembarcadas por los barcos nodrizas cerca de Canarias, como consecuencia de averiarse los motores. Se quedan a la deriva, se quedan a la suerte de encontrar un barco de paso, como ha sucedido recientemente, los que no son localizados no entran en las estadísticas. Los barcos nodrizas saben la ruta que han de llevar, esa ruta marítima está al alcance de cualquier náutico, por lo que no es de extrañar que el gobierno español tenga conocimiento de cómo llegan a Canarias.
Para la Plataforma por el Mar Canario, la ruta de los barcos nodrizas podría será aproximadamente la siguiente: Salen con rumbo Oeste-noroeste, bien sea al norte o sur de Cabo Verde, hasta alcanzar las 300 millas de la costa continental, van cargados con 6 ó 10 cayucos y cientos de personas que pagan su viaje a unos desalmados traficantes humanos.
Son barcos viejos, procedentes de la desaparecida flota canaria y europea, cuyos armadores han recibido una compensación económica para que solicite el desguace de su barco. El armador no destruye la embarcación, sigue con la propiedad del barco, aunque sin licencia para dedicarse a la actividad pesquera. El armador vuelve hacer negocio con el mismo barco, lo vende a un tercero (traficante de personas), quedando a la expectativa de convertirse en un barco nodriza. Las evidencias son claras: Han llegado barcos nodrizas a los puertos de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife. Recientemente entró uno por la isla de El Hierro, donde sus ocupantes declararon con detalles, como fueron desembarcados desde un barco nodriza. ¿Y el Marine I?, tampoco era barco nodriza, del que gracias a una avería frente a las costas de Mauritania, nos llegamos a enterar. El Marine I nunca llegó a Canarias, podría haber llegado sin ser detectado.
Los servicios del Centro Nacional de Inteligencia, dependiente del gobierno central, publicó hace varios meses la foto de un barco nodriza en alta mar, cargados con varias decenas de cayucos. Nuestro Delegado de Gobierno, sale públicamente diciendo que esa foto no confirma la existencia de barcos nodrizas. Son estas actitudes déspotas las que permiten que sigan desapareciendo personas en las aguas canarias-saharianas.
Las autoridades nos quieren dar como viene siendo habitual versiones falsas. Esta vez sobre el cayuco encontrado por un pesquero español, que por casualidad tropezó con un cayuco a la deriva, con un único superviviente y seis cadáveres, más otros 49 desaparecidos. Nos dicen que llevaba 20 días a la deriva, arrastrado por las corrientes, repito 20 días. Dicen que estaba a 380 millas del puerto mauritano de Nouadhibou, y al norte de Cabo Verde. Con estos datos nos atrevemos opinar con la siguiente reflexión con datos reales: Las corrientes marinas de la costa noroccidental de Africa es de dirección SW, con velocidades entre 0,5 y 1,5 millas por hora. Conociendo la situación aproximada donde fue encontrado el cayuco, habría que preguntarse, ¿Cuáles eran las coordenadas de la situación del cayuco 20 días antes?. Esta reflexión nos lleva a confirmar el análisis que decíamos al principio de este escrito.
Los barcos nodrizas sueltan los cayucos entre las 200-300 millas al W-SW de las islas occidentales. Unos llegan a tocar alguna isla con éxito, otros, como es el caso desgraciado del cayuco con 56 muertos, suponemos que quedó a la deriva por las circunstancias que sea, pero dentro de las 200 millas de Canarias, 20 días después fue avistado casualmente por el pesquero español. Son 20 días arrastrados por las corrientes de Canarias hacía el SW, de forma lenta, moviéndose de 20 a 30 millas diarias sin ser avistado durante toda la deriva por los servicios de vigilancia del Frontex.
Sería inútil seguir con este tema penoso y antihumanitario. La inmigración que nos viene por el Oeste y Sur de nuestras costas, son negocios para muchas gentes de aquí, quienes cuentan con abogados y periodistas propios. Existen intereses bastardos que para ganar dinero, buscan confundir los sentimientos de la sociedad canaria. La compasión llega a los corazones, el negocio del tráfico de personas no tiene corazón. Nos atrevemos con una propuesta dirigida a quienes corresponda para que permitan líneas marítimas y aéreas, para que estas personas lleguen al destino elegido. Las ciudades que reciban a los inmigrantes, deberán estar dotadas de centros de acogidas con presupuestos de la Comunidad Europea. Al menos evitaríamos que miles de personas inocentes mueran en el mar.
Cuando las personas sufren hambre y miserias, el instinto de supervivencia no tiene en cuenta los riesgos de morir. Da igual morir de hambre, que morir ahogado. Si nadie lo remedia el mar canario-sahariano, será en un futuro próximo un inmenso cementerio. Los gobiernos europeos lo saben y que en su conciencia quede. Concluyo: España es para la Unión Europea, lo que Canarias es para España.
