Por J. Lavín Alonso
El sustantivo mito procede del griego mitos: cuento, pero considerado en un sentido sobrenatural o de una simbología muy profunda. El DRAE lo define, en sus tercera y cuarta acepciones, como “Persona o cosa rodeada de extraordinaria estima, o “Persona o cosa a las que se atribuyen cualidades o excelencias que no tienen, o bien una realidad de la que carecen”. El Siglo XX fue pródigo en mitos, ubicados en los diversos campos del quehacer humano. Fueron estos particularmente numerosos en el terreno de las ideologías, las revoluciones y la guerra. Entre ellos destaca uno de cuya desaparición se cumplen ahora cuarenta años.
Existe una leyenda -o al menos así lo leí en alguna parte - puede que urbana o rural, que afirma que una foto que Alberto Korda hizo a Ernesto Guevara de la Serna, más conocido por Che Guevara, en 1960, un tal Fitzpatrick la plagió, aplicándole un tratamiento similar al utilizados por Andy Warhol en su póster de Marilyn Monroe. Fue tal el éxito del ultra conocido retrato del revolucionario, que el propio Warhol se atribuyó su autoría. Y así han llegado el póster y su leyenda hasta nuestros días. Había nacido, según un periodista cubano, la “Chemanía”
Prácticamente desde el día de su muerte, los habitantes del pueblo boliviano de La Higuera, lugar donde fue muerto a ráfagas de metralleta - circunstancia a la que, según algunos, no parece que fuera ajena la mano de los Castro - la figura de Che Guevara es considerada objeto de culto, tal es la fama que ha trascendido a su existencia terrenal. Su recuerdo, instalado ya para bien o para mal, en el evanescente campo de los mitos legendarios, valga la redundancia, no da lugar a tibiezas. O despierta pasiones laudatorias o los mas encendidos denuestos, dependiendo del punto de vista o esquema de pensamiento de cada cual.
¿Quién y que fue Che Guevara...? Ateniéndome a la más estricta concisión, y sin incurrir en juicios de valor, se podría decir que para unos fue la personificación de la rebeldía antisistema y de la lucha contra las injusticias sociales. Por así decirlo, un justiciero incorruptible y un ejemplo a seguir frente a la oligarquía esclavizante del proletariado y la lucha de clases. En suma, puro marxismo a la carta.
Para otros, sus detractores, representó al guerrillero nato, incapaz de otra cosa que entregarse de lleno a la propia lucha. Un frío asesino, implicado en los fusilamientos de la fortaleza de La Cabaña y otros lugares, tras el triunfo de la revolución; amen de un pésimo gestor al frente del Banco Nacional de Cuba y del Ministerio de Industria. A veces solía firmar como “Stalin II”. Tras sus andanzas por África, tuvo sus más y sus menos con la cúpula soviética, no por cuestiones doctrinales sino por la tibieza con que estas apoyaban a los diversos movimientos revolucionarios armados, entre los cuales él era, precisamente, un paradigma. En lo personal, me decanto por la acepción número cuatro del DRAE,
Solo resta añadir, a modo de colofón, que su famoso retrato-póster es una de las imágenes que mayor difusión mundial ha tenido a los largo del último medio siglo. Tal parece que tu querida -o detestada - presencia, comandante Che Guevara, aun es capaz de soliviantar los ánimos y concitar pasiones en según quien o quienes.
