lunes. 09.06.2025

La compañía Woodside Petroleum, tercera pata junto a la multinacional Repsol y la eléctrica alemana RWE del consorcio que pretende instalar una industria petrolera frente a las Costas de Canarias, se enfrenta al enorme rechazo social que ha despertado un proyecto de extracción de gas off shore cercano a la zona conocida como Prices Point, en Australia, un paraje costero virgen perteneciente a la región de Kimberley. Así al menos lo explica el Cabildo de Fuerteventura en una nota de prensa remitida a Crónicas.

La localidad turística y multicultural de Broome, heredada de los aborígenes australianos, abandera las protestas contra este proyecto que, según argumentan diversas plataformas, afectará gravemente a un territorio que está considerado un paraíso natural marino, en donde crían ballenas jorobadas, anidan tortugas de espalda plana, existen yacimientos de dinosaurios del cretácico o sobrevive un extraño marsupial en peligro de extinción, el bilby.

Entre los argumentos que esgrimen quienes se oponen a esta industria está la contaminación derivada de la extracción de gas, principalmente grandes cantidades de CO2 y otras toxinas como zinc y arsénico que se verterían al mar, o también el expolio y la degradación que se espera se produzca en el acuífero de la región, debido a la gran cantidad de agua dulce que necesitan las plantas de producción para funcionar.

En Australia, recuerda el Cabildo majorero, los yacimientos de gas que se pretenden explotar se encuentran a entre 50 y 425 kilómetros de la costa norte del continente, por lo que el proyecto prevé la instalación de grandes gaseoductos conectados con poblaciones de Kimberley como Darwin y otros puntos cercanos a Broome. Las plantas necesarias para transformar el gas en combustible líquido irían ubicadas en la costa, provocando la industrialización y degradación de la zona. "En Canarias", afirma el presidente majorero, Mario Cabrera, "se especula también con la posibilidad de extraer gas junto al petróleo y de instalar gaseoductos desde los yacimientos hasta las costas de Lanzarote o Fuerteventura.

Los vecinos de Broome denuncian los desbarajustes sociales que traerá aparejados el montaje de esta industria, dado que las previsiones son desplazar hasta 8.000 trabajadores especializados a una región en la que actualmente sólo habitan unos 12.000 habitantes. En Australia ya conocen los efectos producidos por este tipo de industrias allí donde se instalan por su experiencia en zonas como la región de Karrantha, donde la proliferación de la industria gasística ha devastado grandes áreas de litoral.

Según valoró el presidente del Cabildo, Mario Cabrera, "el paralelismo con la situación que nos han impuesto en Canarias es abrumador, por el rechazo que ha despertado en una población que no quiere comprometer su medio de vida, el turismo, y también por las fórmulas y metodologías oscuras que se utilizan para promover estos proyectos. Ya vimos como RWE ha sacado a la venta su porcentaje de participación en los permisos para buscar petróleo frente a Lanzarote y Fuerteventura, comenzando a ganar dinero antes de que exista incluso un informe de impacto ambiental. Ahora es la otra socia de Repsol, Woodside, la que también especula con su proyecto en Australia. Porque allí ya saben las repercusiones que tiene esta actividad que en otras zonas del continente ya ha arrasado kilómetros y kilómetros de costa".

"La población australiana está tan indignada como nosotros. El ministro petrolero José Manuel Soria nos trata de vender que aquí se ha aprobado un proyecto español acometido por una empresa española, cuando en realidad se he demostrado que se trata de una multinacional asociada a otras dos compañías internacionales como RWE y Woodside, que venden la industria del petróleo en Canarias como un paraíso de ventajas y facilidades fiscales. En Australia les han dicho lo mismo, que Woodside es una empresa australiana que busca el beneficio del país. Pero tampoco es cierto. Allí se han repartido el pastel con otras compañías como Shell y BP, y las autoridades australianas han anunciado ya un acuerdo con Japón para venderles el gas", añadió.

El presidente del Cabildo apostilla que "la única conclusión que sacamos de todo esto es que la historia se repite en distintos lugares del mundo: empresas multinacionales que especulan con recursos naturales contaminantes y finitos, y que lo hacen de espaldas o engañando a la población de los territorios afectados. En Canarias se están comprometiendo nuestros recursos naturales, y también nuestro principal medio de vida, el turismo, que está asociado directamente a la pervivencia de estos valores medioambientales que tratamos de proteger. Por si fuera poco, se ponen toda las trabajas posibles, habidas y por haber, al desarrollo de energías limpias y alternativas. Es triste e indignante, pero seguiremos luchando contra todas estas injusticias".

Más información:

http://www.broomenogas.org

http://bk-bkpricespoint.blogspot.com.es

Woodside, la otra socia de Repsol en Canarias, despierta el rechazo de la población en...
Comentarios