Socialistas de bien: ahora más que nunca

Vivimos tiempos convulsos para quienes sentimos al PSOE como una parte esencial de nuestra identidad. La sombra de los últimos casos de corrupción ha dejado una profunda tristeza entre la militancia y, especialmente, entre quienes desde hace años trabajan con honestidad, coherencia y compromiso desde lo público. Pero no es momento de rendirse. Es momento de levantar la cabeza y recordar quiénes somos.

Quiero dirigirme especialmente a mis compañeras y compañeros en Lanzarote. A quienes ocupan cargos públicos y a quienes, desde las agrupaciones, mantienen viva la llama socialista. Que nadie se desanime. Que nadie permita que las acciones vergonzosas de unos pocos empañen el trabajo honrado de tantos. Hay muchos socialistas de bien, y su deber ahora es más necesario que nunca: estar en la calle, dar la cara, explicar que otra forma de gobernar es posible y que el PSOE es, sobre todo, una herramienta de transformación social.

Hace diez años, cuando no ostentaba ningún cargo público, presenté voluntariamente mi baja como militante, acogiéndome al código ético del partido. Lo hice convencido de que la ética no es un adorno, sino una obligación. Hoy, desde esa misma convicción, reafirmo que quienes hayan fallado deben asumir su responsabilidad. Pero el resto debe seguir adelante con más fuerza. Porque el PSOE no es de quienes lo traicionan, sino de quienes lo honran cada día con su trabajo.

Recordemos con orgullo lo que hemos sido capaces de lograr. Bajo el liderazgo de José Luis Rodríguez Zapatero, nuestro partido impulsó leyes que marcaron un antes y un después en la historia democrática de España: la Ley de Igualdad, la Ley Integral contra la Violencia de Género, el Matrimonio Igualitario, la Ley de Dependencia, el Divorcio Exprés, la Ley Antitabaco, la Ley de Memoria Histórica o la ampliación del derecho al aborto. Todas ellas reflejan el alma del socialismo: justicia social, derechos humanos, igualdad, libertad. Ese es nuestro legado. Ese es nuestro norte.

El partido que fundó Pablo Iglesias hace más de 140 años no puede ni debe caer abatido por los errores de unos cuantos. Necesitamos al PSOE más que nunca. El país lo necesita. La ciudadanía lo necesita. Y quienes tenemos el honor de representarlo, aunque sea desde una pequeña isla como Lanzarote, debemos hacerlo con la dignidad que da saber que estamos en el lado correcto de la historia.

Y en lo que a mí respecta, si todo sale bien como deseo con todas mis fuerzas, cuento las horas para volver a mi casa y volver a pedir mi reincorporación al PSOE. Porque sigo creyendo. Porque sigo sintiendo. Porque nunca me he ido.

Víctor Sanginés, socialista y compañero.