¡Bravo, Lanzarote! Te quedaste sin ayuda al combustible… y Coalición Canaria aplaude
Aplaudan, aplaudan. Que Pedro San Ginés está de enhorabuena porque Lanzarote se queda sin bonificación al combustible. Sí, han leído bien. Mientras el resto de islas no capitalinas (Fuerteventura, La Palma, El Hierro, La Gomera…) reciben ayudas de hasta 25 céntimos por litro, aquí nos dan una palmadita en la espalda y un titular: “Es una magnífica noticia”.
Pues nada, Pedro, vamos a celebrarlo contigo. ¿Champán o gasolina a 1,05 el litro?
Esta “fiesta del combustible barato” que celebra Coalición Canaria es tan surrealista como invitar a cenar a alguien diciéndole que no hay comida, pero que lo importante es el gesto. Bravo por esa gestión brillante que convierte un derecho en privilegio y una necesidad en titular electoral.
A ver si nos enteramos...
Lanzarote no recibe la subvención porque su precio medio está “por debajo” de la media regional. Pero, ¿qué pasa con la realidad social que hay detrás de ese numerito?
¿Alguien le ha contado a Coalición Canaria que Lanzarote no vive en una estadística? Que aquí hay gente con sueldos de miseria, jornadas parciales, contratos temporales y alquileres que te piden el alma como fianza.
¿Alguien les ha enseñado que tener el combustible “más barato” no significa que sea accesible para el ciudadano de a pie, ese que se deja media nómina en gasolina para llegar al curro o llevar a sus hijos al colegio?
Porque sí, Pedro, aunque no lo diga el INE, Lanzarote es una de las islas con mayor tasa de pobreza de Canarias, con una dependencia brutal del turismo mal repartido, una cesta de la compra que asusta y un transporte público que da risa (si no fuera tan triste). ¿De qué sirve tener el litro de gasolina a 1,05 € si la mayoría cobra menos de 1.000 al mes y gasta el triple en moverse?
El circo sigue... y el Cabildo aplaude
El Cabildo, por supuesto, se apunta al bombo. Y anuncia que “seguirá vigilando los precios”. Menos mal. Me quedo más tranquila sabiendo que hay alguien en la torre de vigilancia con prismáticos mirando cómo sube o baja el marcador.
¿Y las ayudas directas? ¿Y el refuerzo al transporte público? ¿Y una política energética propia que no dependa de si sube el barril o si a Repsol le da por ser simpático?
Porque lo que se ha perdido aquí no es solo una subvención. Se ha perdido la oportunidad de aliviar el bolsillo de los que más lo necesitan, de combatir la desigualdad territorial, de usar los recursos públicos para beneficiar al pueblo, y no para llenar notas de prensa.
Lo triste es que nos lo quieren vender como victoria
Coalición Canaria, como siempre, vendiendo humo y envolviéndolo con una sonrisa. Lo han hecho con la sanidad, lo han hecho con la vivienda, lo han hecho con el turismo… y ahora también con la gasolina.
Porque si algo se les da bien, es celebrar la miseria como si fuera oro, y decirte que no te quejes, que podrías estar peor.
No, señores. Lanzarote no está para vítores vacíos ni para discursos de salón. Lanzarote está para que la miren de frente, le reconozcan sus carencias y le devuelvan, al menos, la dignidad que le roban cada vez que se les ocurre una genialidad como esta.