Iván vamos a colocarte esa gorra roja; de mi hijo; para que salgas en este teatro tan bonito de las estaciones. Siempre con su sonrisa; me miró y me dijo; Juani me cuesta ponerme la camiseta; pero sé que tú me ayudarás. Pronto mejoraré y jugaré al fútbol. ¿Verdad? Me preguntaba mientras le cambiaba la camiseta. Por supuesto y me vas a dedicar el primer gol Iván.
Ese gol que me enviara desde el cielo, porque allí seguirá siendo un héroe y un valiente. No hay palabras que te consuelen Yarely, imposible, como madre lo sé, te sacudieron el alma, pero fuiste una madre ejemplar acompañándolo en todo su camino.
Tai, esa persona importante, que lo ayudaba a levantar y a sentar. Ella siguió siendo sus pies y sus manos. Siempre tuvo amor a su lado. En ese colegio Capellanía donde lo conocí, se le daba todo lo necesario para que se sintiera bien.
Que luchador tan admirable; agarraba como podía su lápiz, pero se divertía mucho en las clases de inglés. Me susurraba al oído, cuando acabe la clase ¿me puedes poner mi canción favorita? Su sonrisa pícara y su mirada lo decía todo.
Le encantaba el grupo Daft Punk, bailaba con sus manitas y moviendo su silla al compás de la música. Iván no olvides que todos estamos a tu lado y que la estrella que más brille esta noche en el cielo; serás tú; dándonos luz como hacías cuando nos mirabas. Dura lucha desde los 5 años; sin rendirte, yo no hubiera tenido tu fortaleza; hubiera dejado mi voluntad de lado.
Hoy día del maestro, me quedo con la frase, “la enseñanza que deja huella, no es la que se hace de cabeza a cabeza; sino de corazón a corazón” y el mío lo tuviste desde el primer momento, porque antes de todo en papel de oro me regalaste el tuyo. Nunca pensé que se fuera tan rápido, pero sé que su energía seguirá por siempre, en todos los que le queríamos.
No te olvidaré mi campeón. Enjugo mis lágrimas y sigo viendo a mi niño precioso. Cada mañana pondré esa canción y te sentiré cerca. Te quiero; y te querré siempre.
D.E.P MI ÁNGEL.