Votar con la cabeza y no con el corazón
Entendemos que quienes están afiliados a un partido político voten con el corazón. Tienen una ideología definida, un compromiso a largo plazo, y es lógico que actúen en consecuencia. Pero nos cuesta comprender por qué tantas personas sin afiliación directa también votan con el corazón en lugar de hacerlo con la cabeza.
Estamos convencidos de que, dentro de veinte o treinta años, avanzaremos en este sentido. No es normal seguir votando a los mismos partidos y a las mismas personas sin que demuestren con hechos que merecen nuestra confianza. Pero estamos seguros de que ese cambio llegará.
En Lanzarote, por ejemplo, hemos empezado a dar pasos importantes. No hace tanto, se veían carteles de políticos encarcelados colocados junto a candidatos actuales de ese mismo partido, y aun así lograban apoyo mayoritario. Hoy en día, creemos que esa imagen sería mucho más difícil de aceptar. La conciencia ciudadana está creciendo. Pero aún falta dar un paso más.
Tenemos que empezar a ver nuestro municipio, nuestras islas, nuestra comunidad y el Estado como una gran empresa. En esa empresa, el consejo de administración somos todos, los vecinos y vecinas. Y la dirección la forman los políticos que, en cada momento, logran nuestro respaldo mayoritario. Como en cualquier empresa, damos unas directrices claras, y si no se cumplen, ese consejo —el pueblo— tiene todo el derecho a reemplazar la dirección. Solo así se logra avanzar. En política tendría que ser exactamente igual.
No puede ser que un político esté cuatro años sin hacer nada y aun así reciba de nuevo el respaldo de la ciudadanía. Ese tipo de dinámica solo nos perjudica como pueblo. Pero confiamos en que con el tiempo esto irá cambiando, porque al final, quién pierde es siempre la gente.
Cuando se acercan las elecciones es fundamental escuchar con atención qué proponen los partidos, analizar si esas propuestas son coherentes, realistas y beneficiosas para nuestro municipio. Y una vez se les da el voto es imprescindible fiscalizar, exigir, hacer seguimiento. Solo así sabremos si han sido verdaderos servidores públicos o simplemente expertos en promesas vacías.
Estamos convencidos de que llegaremos a ese nivel. Y será entonces, cuando nosotros —como ciudadanía crítica, exigente y participativa— asumamos plenamente nuestro rol y empezaremos a crecer de verdad en este noble arte de la política.
No podemos seguir perdiendo años y décadas sin rumbo. Es hora de votar con la cabeza, pensar en el futuro, y construir juntos el municipio que merecemos.
Juan de León es portavoz de Nueva Canarias-Bloque Canarista en Tías