Paco Luis, o el derecho que tampoco tenemos en Canarias

Lo comprobamos hace un par de semanas con el despliegue desproporcionado en El Puertito: el derecho constitucional de manifestación no existe en Canarias si te manifiestas por asuntos medianamente graves. Tampoco tenemos derecho a una vivienda digna, ni a una alimentación adecuada, ni a la sanidad completa o a una educación aceptable, salvo que tengas mucho dinero, y con el derecho constitucional de primer orden a recibir información veraz andamos igualmente jodidos aquí en Canarias. No es algo que no se sepa ya desde hace tiempo, pero este lunes hemos tenido la muestra definitiva, por si alguien aún lo dudaba, con la dimisión irrevocable de Paco Luis Quintana como director de informativos de la Televisión Canaria. Los motivos, por lo que cuenta en una carta, que le han impuesto en los informativos de la cadena pública una estructura y unos contenidos que diluyen el peso y la rigurosidad que deben tener los informativos, para dejarlos en un potaje de magazines, entretenimiento y folklore. Lo que denuncia este hombre no es un incidente aislado, ni una cuestión menor. Aunque no se habla ni se hablará de ello en los principales medios de Canarias, más que de pasada, un breve instante. Ni media palabra en la tertulia de la Cadena SER en prime time de esta mañana, ni lo van a oír en otros medios. A los periodistas no les gusta hacer meta periodismo y hablar de ellos mismos, y en este caso aún menos porque quedan muchos en evidencia, dado que lo que denuncia Paco Luis, la perversión de los medios de comunicación transformados en folletines de folklore y propaganda institucional, funciona en Canarias prácticamente en todos lados y en la mayoría de medios, entre otros motivos porque la mayoría subsisten en buena medida por el flujo de dinero público que les cae en concepto de publicidad y propaganda.

Como digo, esto no es nuevo, es una práctica extendida entre administraciones y medios en Canarias, lo hace CC allá donde gobierna, lo hace el PP con sus medios afines, lo hacen en La Laguna, en Arona, en Adeje, el PSOE también, por supuesto. En cualquier caso, si son medios privados son empresas privadas que pueden hacer lo que les venga en gana con su línea editorial, y no sería tan reprochable. Lo que hace especialmente grave lo que denuncia el señor Paco Luis, es el descaro con que se viene haciendo en los medios públicos de Canarias desde que entró el señor Clavijo, y las cantidades tan importantes de dinero público que se destinan a estos menesteres propagandísticos y manipuladores. Este es el "modo Clavijo", no el buen rollito del modo canario que intentan vendernos. Según el portal de Transparencia del Gobierno de Canarias, en 2024 se gastaron 3.261.874 euros en propaganda y publicidad institucional, de los cuales, con diferencia, el que más el Presidente del Gobierno. ¿Les parece a ustedes normal? 

Con todo, si grave es semejante dispendio de dinero público en medios privados, más grave el secuestro de la información pública que denuncia Paco Luis Quintana, por las razones que les expongo a continuación. 

Porque la televisión pública se sostiene con fondos públicos -impuestos de la ciudadanía-. Y si en lugar de garantizar un derecho constitucional como el acceso a información veraz se usa para propaganda o para ocultar lo verdaderamente importante con un saco de  fiestas, partes meteorológicos y eventos de toda índole, lo que se está haciendo es desviar recursos comunes en beneficio de los intereses de un partido. Porque además la radiotelevisión pública está específicamente concebida como garante de ese derecho, no como instrumento del Gobierno de turno, y manipular de esta manera es aún más grave porque se incumple un mandato democrático.

Porque los medios públicos son medios de referencia, por su alcance y cobertura, y suelen ser percibidos por buena parte de la población canaria como fuentes más “oficiales”, más serias o neutrales. Al ocultar, manipular o teñir de amarillo o rosa los informativos, el engaño es doble: se distorsiona la realidad, y se hace bajo la apariencia de objetividad.
Porque se corre el riesgo de caer en el monopolio informativo. Así, mientras una cadena privada puede tener línea editorial (legítima dentro del pluralismo) y debe buscar dinero por donde sea para mantenerse, a la cadena pública el dinero le viene regalado a cuenta del ciudadano, suele tener por ello más capacidad de llegar a la gente, y debería equilibrar, abrir espacio a todas las voces y evitar sectarismos o vetos. Si falla en eso nos quedamos sin contrapesos claros, y todo es sesgo, o fake, o ideología, sin rastro de un “espacio común” de información libre de vicios o intereses particulares.
Y en último lugar por lo que supone de daño a  lo poco que nos queda de democracia y de confianza en las instituciones. Que tengamos un Ente Público manipulado y "al servicio de", erosiona la confianza ciudadana en las instituciones y favorece la desafección política, ya de por sí grande.

En definitiva, asunto gravísimo este que destapa el señor Paco Luis Quintana, que debería dar para más de una comparecencia en el Parlamento, y más de una denuncia en unas cuantas instituciones españolas y europeas, por cuanto se están afectando derechos constitucionales de los canarios. Lamentablemente, nada de esto va a ocurrir, y no va a ocurrir porque en esta legislatura y desde hace ya un par de años, en Canarias solo tenemos en nuestras administraciones a los tres de siempre (PP, PSOE y CC), y dado que los tres están hasta arriba de chanchullos y aplican las mismas prácticas, dudo mucho que quieran meterse en ese charco. Así las cosas, sólo nos queda denunciarlo, felicitando a Paco Luis por su valiente renuncia, y esperar a ver si otros periodistas y medios se dan por aludidos y aplican algo de la ética profesional y la responsabilidad social que ha mostrado el ya exdirector de  informativos de la Televisión Pública.