martes. 23.04.2024

Las "malas compañías" según el "socialista" Emiliano García-Page

Un mantra se expande por la política española, en los medios y que cala en amplios sectores de la sociedad. Se acusa al gobierno de Sánchez de usar los votos de los nacionalistas vascos y catalanes, e incluso los votos de Unidas Podemos, con el que gobierna en coalición. De ahí el mantra de "populistas, separatistas y amigos de terroristas". De una manera machacona el PP lo repite y seguirá erre que erre en las próximas elecciones con él.

Un inciso, Bildu, Erc son partidos legales que defienden unas ideas que no están prohibidas. Como VOX.  Es muy interesante la reflexión sobre Bildu de Jesús Espelosín en Nueva Tribuna en su artículo "La trampa de Bildu":

"La respuesta de la democracia frente al terrorismo de Eta fue la utilización de los medios policiales y judiciales y la apelación al mundo terrorista para que defendieran sus ideas abandonando las armas y la violencia y sustituyeran estas por la palabra y las urnas.  Ambos medios terminaron, de lo que todos los españoles de bien deberíamos sentirnos profundamente satisfechos.

Los éxitos policiales, las condenas de los tribunales, la ayuda francesa y el paso del tiempo, propiciaron el que, desde dentro de la organización, naciera un movimiento, mitad de frustración y mitad de convencimiento de que, efectivamente, debían cambiar la "lucha armada" por su participación en el proceso democrático. Y, en el mundo abertzale, empezó a tomar relevancia el brazo político. Herri Batasuna, Aralar, Batasuna, Euskal Herritarrok y, más tarde, su integración en la coalición Euskal Herria Bildu, fueron los intentos del mundo independentista radical de defender sus ideas por medios civilizados. Esa gente hizo lo que se les pedía: abandonaron las armas y participaron en la democracia. Las normas de participación política y las leyes electorales hicieron el resto: legalizar a Bildu.  Por la sencilla razón de que las ideas que defienden no están prohibidas y son legítimas. Y por mucho que a una parte, quizás mayoritaria, de la población española, le parezca mal. Hoy, hay que repetirlo, Bildu es la respuesta del mundo independentista a las llamadas al diálogo que se les hizo durante décadas. La coalición Euskal Herria Bildu se inscribió en el Ministerio del Interior en 2014 y obtuvo, en las últimas elecciones generales de 2019, 221.073 votos, casi los mismos que el PSOE, en el País Vasco”.  Es decir, se sientan en el Parlamento español con la misma legitimidad que el resto de las fuerzas políticas, incluido Vox. Y el que no entienda esta realidad, tiene un grave problema con la democracia.

Pues, a pesar de algo tan claro, como expone Espelosín, duro y dale desde la derecha con el mantra de "populistas, separatistas y amigos de terroristas". Lo grave no es que cale en la derecha este mantra, lo que es entendible. Como señala Pedro Vallín en la página 149 de su libro C3PO en la corte del rey Felipe. La guerra del Estado profundo contra la democracia liberal: «Sin ETA no hay dolor como vehículo de poder. El exministro de Exteriores José Manuel García-Margallo cometió la indiscreción de admitirlo en prime time televisivo cuando trasladó su confesión de un miembro del PP vasco: «Desde que no nos matan, no tenemos proyecto». Lo que no es comprensible es que haya calado también en parte de la militancia socialista y algunos dirigentes destacados del PSOE, que están lamentando esas "malas compañías". Es un ejemplo meridiano de cómo la derecha marca la agenda política. Se habla de lo que ella quiere y dentro de los parámetros que más le interesan. El título del artículo de Jesús Espelosín es clarísimo. La derecha les ha tendido una trampa, mejor una emboscada, a muchos militantes y no pocos dirigentes del PSOE, y no saben cómo salir de ella.

Todos estos partidos, "malas compañías" según los califica Emiliano García-Page, son los que han permitido sacar adelante todas las políticas progresistas del gobierno de coalición, presidido por Pedro Sánchez, que no voy a recordar. Yo le pregunto a Emiliano García-Page, ¿cuáles son las buenas compañías para él? Las que han votado en contra de todas las políticas del gobierno, profundamente socialistas. Quiero recordarle, que esas presuntas "buenas compañías" han cometido un autentico expolio a las arcas públicas a través de la corrupción, que han sido tan escandalosa, que los jueces no han podido ocultarla en su totalidad. Sr. Emiliano García-Page, le voy a recordar algunas acciones de esas presuntas "buenas compañías". Ahí van: Fernández Díaz: «Esto la Fiscalía te lo afina». O Ignacio González a Eduardo Zaplana: «Vamos a ver, Eduardo. Tenemos el Gobierno, el Ministerio de Justicia, no sé qué tal…Y escucha, tenemos un juez provisional… Tú lo asciendes… Yo le digo, a ver, venga usted p'acá. ¿Cuál es la plaza que le toca? Onteniente, a tomar por el culo a Onteniente, y aquí que venga el titular, que ya me apañaré con el titular, coño…» El juez provisional era Eloy Velasco. No iba mal encaminado González, porque volvió el juez Manuel García Castellón. Conversaciones semejantes podemos conocerlas en el libro de Jesús Cintora "No quieren que lo sepas". Sr. Emiliano García-Page le recomiendo la lectura de ese libro de Cintora y podrá constatar de una manera fehaciente la bonanza y pulcritud de esas para usted "buenas compañías". Obviamente también está entre esas "buenas compañías" Núñez Feijóo, que, usted, Sr. Emiliano ha salido a defenderlo porque el presidente del gobierno, Pedro Sánchez-¿es de su partido?- ha tenido la osadía de calificarlo de insolvente, que, por cierto, por algunas de sus afirmaciones muy solvente no parece. Y sin embargo, Sr. Emiliano, no ha salido a defender a Pedro Sánchez, que es de su partido, cuando Núñez Feijó afirmó que Pedro Sánchez y su Gobierno de coalición estaban en una “fase irremisible de deterioro", como en El otoño del patriarca. Esta comparación ha sido interpretada como una analogía entre la figura de Sánchez y la del protagonista de la obra de Gabriel García Márquez, un dictador que llega al poder gracias a un golpe de Estado. Feijóo dijo que "el ansia de controlar todos los poderes, la obsesión por estigmatizar al adversario y sobre todo el intento desesperado de trasladarle a la gente que no existe otra opción" que se ven en la novela, le recordaban a la manera de actuar de Sánchez. Irónicamente, poco tiempo después de esta comparación, el presidente del PP pidió al Ejecutivo que no le insultase. ¡Qué piel más fina! Sr. Emiliano García-Page, deben ser "buenas compañías" las de un partido, cuyo líder hasta hace poco, Casado,  calificó a Sánchez de «incompetencia culposa», «hacedor de sainetes», «ineptitud», «chiste de Gila», «fracaso estrepitoso», «bajeza moral», «usar a las víctimas», «chapuzas», «ruina», «usar a los españoles como a perros de Pavlov», «falsario», «negligente», «Gran Hermano», «hipertrofiado», «irresponsable», «caos», «nefasto», «zoco de prebendas», «tomar a parados como rehenes», «fraude», «contratación opaca»… Además de calificar su gobierno de ilegítimo. ¿Estas son sus "buenas compañías", Sr. Emiliano? ¿Con estas "buenas compañías" quiere usted gobernar?

De verdad, vaya compañeros de viaje que tienes, Pedro. Con estos compañeros de viaje, para qué quieres enemigos. Y estos deberían ser expulsados fulminantemente del partido por deslealtad. Nadie niega que se pueda ejercer la crítica dentro del PSOE.  Se puede criticar dentro los órganos del partido. Y otra cosa muy diferente, es segar la hierba al secretario de tu partido, que es presidente del Gobierno, no sé si con una hoz o con una guadaña. De verdad, Sr. Emiliano, su comportamiento es todo un ejemplo de deslealtad a los órganos de su partido. Pero, todo tiene una explicación. Voy a ser breve. Todavía no le perdona a Pedro Sánchez que le ganase las primarias a Susana Díaz. Y está pensando exclusivamente en clave electoral autonómica. Tengo mis dudas que en las próximas elecciones generales usted desee que Pedro Sánchez gane con mayoría absoluta. Obviamente con su comportamiento no contribuye a ese triunfo, que todos los socialistas deseamos.  Por todo ello, Pedro, átate los machos que si eres derrotado, vendrán a por ti desde miembros destacados de tu propio partido, encabezados por Felipe González. Te la guardan.

Las "malas compañías" según el "socialista" Emiliano García-Page
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