La Estatua de la Libertad avergonzada decide suicidarse
La Estatua de la Libertad, un icónico monumento situado en la ciudad de Nueva York fue un regalo del pueblo francés al pueblo estadounidense para conmemorar el centenario de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y como un signo de amistad entre las dos naciones. Fue inaugurada el 28 de octubre de 1886 en presencia del presidente estadounidense de la época, Grover Clevaland. Se ha convertido en un símbolo de libertad y esperanza para millones de personas. Es mucho más que un monumento. Cada una de sus partes y símbolos tiene un significado profundo. Desde la corona que representa la universalidad de los valores hasta las cadenas rotas en los pies que simbolizan la abolición de la esclavitud.
Una parte importante del simbolismo de la Estatua de la Libertad es el poema "El Nuevo Coloso", escrito por Emma Lazarus en 1883, con el fin de recaudar fondos para la construcción de un pedestal para la Estatua de la Libertad. Emma descendiente de inmigrantes judíos sefardíes, era conocida por sus obras en defensa de los derechos de los inmigrantes y de su herencia judía. Sus palabras se inscribieron posteriormente en una placa de bronce y se colocaron en el interior de la Estatua de la Libertad.
Este es el poema.
Así nació "El Nuevo Coloso".
“No como el gigante plateado de fama griega
Con extremidades conquistadoras extendiéndose de tierra a tierra;
Aquí, en nuestras puertas en el atardecer bañadas por el mar, estará de pie
Una poderosa mujer con una antorcha, cuya llama es
La luz de los prisioneros y su nombre es
La madre de los exiliados. Su mano como faro
Brilla en bienvenida al mundo entero. Sus ojos dóciles comandan
La bahía ventosa enmarcada por las ciudades gemelas.
"¡Tierras de antaño quédense con sus historias pomposas!" Exclama ella
Con labios silenciosos. "Dame tus cansados, tus pobres,
Tus masas hacinadas anhelando respirar en libertad,
Los despreciados de tus congestionadas costas.
Envíame a estos, los desposeídos, basura de la tempestad.
Levanto mi lámpara al lado de la puerta dorada".
Si consideramos las políticas de Trump contra la inmigración, están más que justificadas.las palabras del político francés, miembro del Parlamento europeo, Raphaël Glucksmann: “. “Devuelvan la Estatua de la Libertad”, dijo el domingo a los seguidores de su partido Public Place, quienes aplaudieron y silbaron. “Fue nuestro regalo para ustedes. Pero aparentemente la desprecian. Así que ella estará feliz aquí con nosotros”, Glucksmann alegó que bajo la presidencia de Trump, Estados Unidos ya no tiene ni representa los valores que llevaron a que Francia le regalara la estatua. “Vamos a decir a los estadounidenses que han optado por ponerse del lado de los tiranos, a los estadounidenses que despidieron a investigadores por exigir libertad científica: 'Devuélvannos la Estatua de la Libertad‘
E igualmente el artículo La Estatua de la Libertad, harta de ser una hipócrita, se ahoga en la Bahía de Nueva York, del periódico de Puerto Rico El Ñame, con las siguientes palabras: “La Estatua de la Libertad siempre se ha asociado con la vecina Ellis Island, por donde pasaron millones de inmigrantes de distintos países del mundo, y por ende ha pasado a simbolizar cómo los Estados Unidos es un país forjado por inmigrantes: o, como el actual residente de la Casa Blanca los llamaría, «terroristas, traficantes de drogas, y/o violadores en ciernes».
«No tengo la fuerza de cara para seguir aquí», confesó la enorme escultura metálica antes de sacrificarse a las aguas. «¿Cómo puedo permanecer erguida aquí, heroicamente alzando una antorcha y tácitamente simbolizando la libertad, si hoy día de eso hay menos y menos en esta nación? ¿Cómo puedo seguir personificando –bueno, estatuificando– la acogida a los extranjeros, si esta administración está haciendo todo lo posible por negarle la entrada a cualquiera más oscurito que off white? ¡No! ¡Prefiero hundirme en la bahía y entregarme al moho, a la contaminación y al olvido, que seguir acá arriba mostrando mi cara llena de vergüenza ajena, pátina verde y mierda de pichón!».
A escasas horas de la desaparición de la Estatua de la Libertad, la Casa Blanca emitió un comunicado de prensa en la cual asegura que se trata de un acto de terrorismo causado por «alguno de esos inmigrantes marrones que usamos de chivos expiatorios».