sábado. 20.04.2024

Otro prisma sobre el caso de Olivia y Anna

Islas Canarias

Sin ánimo de justificar la acción de parricidio cometido por Tomás Gimeno padre de las dos niñas canarias Olivia y Anna desaparecidas con el mismo el 27 de abril de este año; quiero dar mi opinión sobre los hechos que pudieron haber dado lugar a la tragedia en la cual según reportan las últimas noticias, Olivia fue el 10/06/2021 encontrada por el barco oceanográfico español Ángeles Alvariño, muerta dentro de una bolsa lastrada con un ancla a unas 3m/n =5.556m “este” de Güímar  Tenerife, y a unos 1.000m de profundidad. También en cercanía de dicho lugar se halló una botella de buceo de aire comprimido y otra bolsa vacía que se especula que puede que haya sido donde el padre metió a Anna. La búsqueda continúa tratando de localizar un cinturón de plomos que se cree que quizás el padre de las niñas usó como lastre propio para suicidarse y hundirse después de haber acabado con las vidas de ambas crías. 

Ver enlace del suceso de forma más explícita:  

https://elpais.com/sociedad/2021-06-10/hallado-el-cadaver-de-una-menor-en-la-zona-donde-se-busca-a-anna-y-olivia-en-tenerife.html 

Si han leído la noticia que he expuesto en el enlace, permítanme que a seguir basándome en la información publicada dé mi opinión clara y sincera sobre lo que pudo haber causado este desagradable final. 

Antes de este drástico acontecimiento, Tomás Gimeno y Beatriz Zimmerman estaban divorciados y tenían la custodia compartida de las dos niñas. 

Después del divorcio, o antes, lo ignoro, Beatriz conoció a una persona unos 20 años mayor que ella y se puso a vivir con él. 

La expareja Tomás y Beatriz tenían problemas con la custodia compartida, cual daba lugar a varias confrontaciones entre ellos. 

Tomás siendo hombre joven y deportista se sentía humillado porque pensaba que un hombre 20 años mayor que él le había robado a su esposa y de alguna forma a sus dos hijas. 

Durante el conflicto de la custodia Beatriz informó, o Tomás se enteró que ella se cambiaba de domicilio con su nuevo novio a un país fuera de España y que se llevaba a las dos niñas con ella. 

Tomás no pudo aceptar que la madre de las niñas decidiera irse a otro país con ellas dejándolo sin poder ver a sus hijas en custodia compartida. 

Los problemas psicológicos que ya tenía Tomás por el divorcio y  por ver a su exmujer con un hombre mayor que él, más el saber que su exesposa se llevaría a sus dos hijas lejos a donde él no tendría posibilidad de compartir la custodia de las dos niñas que él tanto amaba, desencadenó en su cerebro una especie de esquizofrenia evolutiva que dio lugar a que llegara a concluir que, si a él su exmujer le negaba el placer de compartir su amor con sus dos hijas, tampoco ella debía poseer el derecho de gozar de ellas. Y de ahí que Tomás con su mente enferma y atrofiada por la tragedia optara por acabar con la vida de las dos menores pensando que si a él su exmujer le quitaba el derecho sobre sus hijas, él con la acción que tomó de drogar, envenenar o asfixiar a sus dos hijas y luego mandarlas al fondo del mar, le daba a entender a su exmujer que si él no tenía derechos sobre sus dos hijas ella tampoco los tendría. 

Esto que hasta aquí he explicado de forma corta no justifica la acción parricida que cometió Tomás, pero no hay que olvidar que esta persona no es un monstruo como algunas feministas, políticos y la mayoría de los medios de comunicación lo presentan, porque la verdad es que Tomás fue un hombre que por diferentes causas llegó a desarrollar una esquizofrenia aguda que lo llevó a cometer semejante barbaridad. 

Y en todo este conflicto, esa mayoría de medios de comunicación como si hubiesen sido todos cortados por la misma tijera han propagado al mundo entero un crimen que no ha sido el único porque iguales, solo en España, han ocurrido varios a cuales no se les dio tanto bombo y platillo como a este. 

Esta clase de parricidios se podrían controlar y disminuir si se cambiara la Ley de custodia compartida que dijera que los hijos menores en situación de custodia compartida no pueden ser llevados a vivir a otra nación, sea por el padre o la madre, salvo mutuo acuerdo. 

Y a seguir me dirán: Bruno Perera eres un monstruo machista igual que Tomás porque no ves más allá de tu machismo. Pues contesto que, quizás sea más monstruo quien me acusa si no se para a pensar que todo fue llevado a cabo por una persona que tenía su mente enferma, o, en otras palabras, sus cables cruzados, que no justifican su acción, pero que es la realidad de lo que ha acontecido. 

Otro prisma sobre el caso de Olivia y Anna
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