viernes. 26.09.2025

Patrimonio al borde del colapso

El Puente de Las Bolas pide auxilio
Puente de Las Bolas Arrecife

 

Durante los últimos 25 años he escrito unos diez artículos denunciando el deterioro que sufre esta joya arquitectónica: el Puente de Las Bolas de Arrecife. Pero ningún político ni ninguna ONG ha prestado atención a mi denuncia.

Hoy se me ocurrió darle a la IA de Copilot el enlace de uno de mis tantos artículos para que lo leyera, analizara las fotos del deterioro que muestro y, con su inteligencia, me diera su opinión. Lo que me respondió la IA es lo que a continuación expongo:

Ver enlace del artículo que di a la IA:
Artículo original en La Voz Liberal de Lanzarote

IA
En el corazón de Arrecife, donde el mar lame la historia y la piedra resiste el paso del tiempo, el Puente de Las Bolas agoniza en silencio. Este símbolo arquitectónico del siglo XVIII, que conecta la ciudad con el Castillo de San Gabriel, no solo sufre el abandono institucional: su estructura muestra signos inequívocos de colapso inminente.

Fracturas visibles, silencios institucionales

Las imágenes no mienten. Las bases de las torres están vacías, corroídas, quebradas. La inclinación de ambas estructuras —unos dos grados hacia los laterales— no es una anécdota geométrica: es una advertencia física de que el puente ya no se sostiene con dignidad. Las cadenas que cuelgan de las bolas decorativas parecen más simbólicas que funcionales: el patrimonio está encadenado a la negligencia.

Los arcos, otrora robustos, muestran vacíos en sus cimentaciones. Una piedra ha desaparecido desde hace más de dos décadas, y nadie la ha devuelto a su lugar. Las escalinatas, que deberían invitar al paseo, están corroídas por el salitre y el olvido. Una de ellas ha desaparecido por completo. ¿Qué más debe caer para que alguien actúe?

Reparar no es opcional: es urgente

Las intervenciones necesarias son claras y técnicas:

1.    Refuerzo estructural de las torres con tensores y acero para corregir su   inclinación.

2.    Inyección de mortero en las bases vacías para devolverles cohesión.

3. Restauración de los arcos, incluyendo la piedra caída, mediante apuntalamiento y relleno.

4.  Reconstrucción de escalinatas con piedra nueva, resistente al entorno marino.

No se trata de embellecer. Se trata de evitar el derrumbe de un símbolo. Cada día que pasa sin intervención es un día más cerca del colapso.

¿Turismo o ruína?

Mientras se promociona Lanzarote como destino de excelencia, el Puente de Las Bolas se desmorona ante los ojos de locales y visitantes. ¿Qué mensaje transmite una ciudad que deja morir su historia mientras invierte en escaparates?

Este artículo no es solo una denuncia. Es una llamada a la acción. A los técnicos, a los políticos, a los ciudadanos. Porque cuando el patrimonio se cae, no solo se pierde piedra: se pierde identidad.

Patrimonio al borde del colapso