La familia de Yéremi cree que el niño “está cerca, vivo y oculto” en el aniversario de su desaparición

Un año sin Yeremi

El próximo lunes se cumple un año de la desaparición del pequeño Yeremi Vargas. Un año durante el cual las Islas Canarias se han volcado en la búsqueda del pequeño, sin hallar rastro de su paradero. La familia del niño vive los días previos sin perder la esperanza y deseando "que el tiempo que pase rápido, para que llegue lo antes posible a casa", en palabras de Ithaysa, su madre. La familia del pequeño mantiene contacto con los más allegados de la otra niña canaria desaparecida sin dejar rastro, Sara, así como con los progenitores de la pequeña inglesa Madeleine.

El cartel distribuido tras la desaparición del menor.

A pesar de que el lunes se cumple un año desde que el niño fuera visto por última vez en Vecindario, los familiares no realizarán ningún acto público para reivindicar su recuerdo y la Guardia Civil no tiene previsto informar de nuevos avances en la investigación.

La familia de Yéremi Vargas cree que “está cerca, vivo y retenido contra su voluntad”. Se trata de una creencia nacida de la “esperanza”, como reconoce la tía del pequeño, Milagros Suárez, “aunque eso no significa que esta idea no sea real”, matiza.

Las investigaciones de la Guardia Civil no soliviantan la fe de la familia de Yéremi Vargas: “no se ha descartado ninguna opción y es probable que siga en la isla, porque desde el primer momento se alertó a los aeropuertos y puertos por donde fue prácticamente imposible salir con él”, según afirmaron a ACN Press, fuentes cercanas a la investigación.

En este sentido, los mismos informadores explican que el trabajo minucioso de los aproximadamente 20 efectivos de diferentes departamentos todavía no ha recortado la lista de sospechosos, “pese a que los investigadores están implicados personalmente en la búsqueda del niño y trabajan a veces en sus horas libres”, afirman las fuentes consultadas por ACN Press.

Mientras, en el entorno del pequeño “la vida sigue de muy mala manera”, subraya la tía de Yéremi. Precisamente por eso, para el día 10 de marzo, al cumplirse el año de la desaparición, la familia no tiene pensado realizar ningún recordatorio público del suceso, porque “el día del aniversario será un día más, ni más triste ni más significativo, será lo mismo. No hace falta cansar a todos con actos multitudinarios”, subraya Suárez. “Somos una familia de desgraciados, todos nos conocen por lo que nos ocurrió y ni siquiera sabemos los motivos”, añade.

La investigación

Las fuentes consultadas aseguran que los motivos de la desaparición son difíciles de precisar, si bien “la línea de la pederastia es la más importante en la investigación”. Para los agentes, la “discreción es fundamental para avanzar en el caso” y por ello, los datos que maneja la Guardia Civil pasan varias veces por un filtro antes de ver la luz pública.

Hasta ahora, lo único que se puede afirmar es que el seguimiento a los “aproximadamente cien sospechosos con antecedentes que estaban en libertad en ese momento, no ha dado ningún resultado”. Lo mismo ocurre con la lista ofrecida por Scotland Yard, con los 60 turistas ingleses con delitos que se encontraban en ese momento en Gran Canaria.

Tampoco condujo a una pista válida la investigación del vehículo Opel Corsa blanco que una vecina vio en la zona. Ni la detención de Marcos R., el presunto secuestrador de Telde, que según las fuentes se ha desvinculado del caso de Yéremi porque “no siente deseo por los niños, tiene un perfil con una marcada fijación con las niñas”.

El entorno familiar

“La familia también está libre de toda culpa”, precisan los informadores. Pese a que en más de un 50 por ciento de los casos, el entorno personal está relacionado con las desapariciones, “en este caso nada apunta a su implicación”, subrayan los investigadores. Los vecinos y los compañeros de la clase de kárate, a la que asistía Yéremi también fueron objeto de una investigación que acabó sin resultados positivos.

“Cuesta encontrar un hilo de dónde tirar”, precisan las fuentes, “sobre todo en un caso como este: Sabemos que su desaparición no fue casual y fue curioso que tuviera lugar a plena luz del día, sin que lo viera nadie. Nunca Canarias había visto desaparecer a un niño en estas circunstancias, sin dejar rastro. Jamás se habían movilizado a tantos efectivos ni a tantas personas para encontrar a un desaparecido. Las pruebas físicas y el material informático acumulado han marcado un récord, que sigue creciendo, porque el caso seguirá abierto hasta que se localice. Yéremi es un antes y un después de la investigación de desaparecidos en Canarias”, reflexionan fuentes cercanas a la investigación.

De nuevo en el entorno familiar, Suárez añadie que aunque aparezca Yéremi nunca será lo mismo. "Ocupa nuestro pensamiento todo el día y nos ha cambiado a toda la familia el humor. Todos recibimos atención psicológica y sobre los primos del niño ejercemos un control excesivo porque ellos estaban jugando con él”.

La tía de Yéremi Vargas recuerda que el niño tiene ojos castaños y es rubio. Llevaba en el momento de su desaparición del solar de la casa de los abuelos, unas gafas de montura verde, un jersey marrón con letras naranjas, un pantalón color crema y unos zapatos deportivos. El lunes hará un año de todo aquello, y la esperanza sigue viva.