El comandante de la aeronave avisó a los pasajeros que venían de Madrid de que se había detectado una avería que les obligaba a volver

Spanair cambia en Barajas un avión que se dirigía a Lanzarote pocos minutos después de salir a la pista de despegue

Los pocos pasajeros que iban en el vuelo JK 5114 tuvieron que esperar dos horas para que se solventara el incidente. Alguno solicitó la hoja de reclamaciones de la compañía por el retraso

Los pasajeros que embarcaron en el aeropuerto de Barajas en el vuelo JK 5114 de Spanair en la mañana de este miércoles con destino a Lanzarote no se imaginaban que su primer trayecto apenas duraría unos minutos. Fue lo que tardó el comandante del avión en anunciar que habían detectado una avería que les obligaba a regresar al punto de partida. Tras unos momentos de tensión, la aeronave volvió sin problema y la tripulación desembarcó al pasaje, según explicaron algunos de los pasajeros a este diario. Luego, unos minutos más tarde, se preparó otro aparato, se cambió el equipaje y se embarcó a los pasajeros que finalmente llegaron a su destino, eso sí, varias horas más tarde de lo previsto.

En principio el vuelo tendría que haber partido a las 10.25 horas, que era el tiempo estipulado con los pasajeros. Sin embargo, la compañía Spanair informó de que tenían un problema técnico que les iba a causar una demora, que finalmente fue de unos cuarenta minutos. Transcurrido este tiempo, los pasajeros con destino al aeropuerto de Guacimeta embarcaron en el avión y se dispusieron a transitar por las pistas del enorme aeropuerto madrileño. Unos minutos después de salir detectaron que algo no iba bien, y fue el propio responsable de la aeronave el que dijo que habían detectado una avería que les obligaba a volver. Aunque se produjo una evidente tensión, la mayoría de los pasajeros comprendieron que era lo mejor que les podía pasar. "Desde luego prefiero que nos cuenten la verdad y que el avión no despegue si tiene algún problema", comentó a Crónicas uno de los pasajeros a su llegada a Lanzarote.

No todo el mundo lo entendió, especialmente un pasajero que se mostró molesto por el enorme retraso que esta operación suponía y el consiguiente trastorno en sus planes, momento que aprovechó para anunciar que presentaría una reclamación.

Independientemente del retraso, es evidente que la compañía Spanair, tras el accidente del pasado 20 de agosto, está extremando todas las medidas de seguridad y no se arriesga a que se pueda producir el más mínimo fallo.