AGENCIAS
El juez ha decretado el ingreso en prisión de dos hombres de 27 y 30 años naturales de Gran Canaria y Marruecos que acompañaron a tomar copas y proporcionaron cocaína a dos turistas irlandeses de vacaciones en el sur de la isla a los que luego amenazaron con un cuchillo para robarles dinero.
Los detenidos han sido identificados como Antonio B.G., natural de Santa Lucía, y Daoide A., nacido en Marruecos y con 23 detenciones anteriores por robos con violencia y tráfico de drogas y que facilitó una identidad falsa a los policías, informó hoy en un comunicado la Jefatura Superior de Policía de Canarias.
Los hechos tuvieron lugar en la zona turística de Playa del Inglés, cuando, en horas de la madrugada, dos turistas irlandeses conocieron a los detenidos, quienes les acompañaron a tomar copas en diversos bares y les proporcionaron algunas dosis de cocaína, al tiempo que les propusieron trasladarse a la localidad de Vecindario para comprar más drogas.
Una vez en Sardina del Sur, los ahora detenidos dejaron en un descampado el vehículo en el que habían trasladado a los dos turistas.
En ese lugar, Daoide "sacó un cuchillo de carnicero que puso en el cuello" a uno de los extranjeros, al que obligaron a dar su tarjeta de crédito y facilitar su número PIN, bajo la amenaza de matar a su compañero, quien resultó ser su cuñado.
Los dos presuntos autores de este robo con violencia y detención ilegal abandonaron al turista en el descampado y se llevaron en su vehículo a su cuñado, al que vendaron los ojos, mientras se dirigían a diversos cajeros automáticos, de los que extrajeron, en nueve ocasiones, diversas cantidades de dinero, agrega la nota de la Policía.
Tras robar al secuestrado un cordón de oro y un teléfono móvil, los dos detenidos lo abandonaron en otro descampado.
Dos días después de los hechos denunciados por los turistas, la Policía detuvo en Vecindario a Antonio B.G., quien confesó su autoría y al que se le intervino el vehículo.
También en Vecindario se detuvo a Daoide A., al que se intervino el cuchillo que empleó para amenazar a uno de los turistas, que escondía detrás de una nevera en el domicilio en el que residía.