La acusación particular solicita 10 años de cárcel pues añade el delito de omisión del socorro al delito de lesiones que sostiene la Fiscalía, y por los que reclaman 11.000 euros de indemnización

Piden 9 años de prisión para un joven acusado de causar lesiones crónicas a un drogodependiente en Puerto del Carmen

Los hechos sucedieron el 25 de mayo de 2003, cuando el acusado propinó un puñetazo a M.S.R. a la salida de una discoteca, golpeándose el damnificado la cabeza con el asfalto y sufriendo lesiones que le costaron 77 días de ingreso en el Hospital Doctor Negrín de Las Palmas

Fotos: Anabel Navarro

La Fiscalía pidió este miércoles un total de 9 años de prisión para Juan Carlos León Rodríguez, un joven lanzaroteño acusado de un delito de lesiones contra M.S.R., otro lanzaroteño al que supuestamente el primero causó lesiones crónicas tras una reyerta registrada en mayo de 2003 en la zona de Puerto del Carmen.

A esa petición de 9 años la acusación particular añade un año más de cárcel, ya que al delito de lesiones del que la Fiscalía acusa al imputado agrega el delito por omisión de socorro. Las dos partes acusatorias reclaman, además, unos 11.000 euros de indemnización para el damnificado.

En la que ha sido la tercera jornada de estancia temporal en Lanzarote de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas -jornada en la que también se celebraron otros tres juicios por delitos contra la salid pública- ha quedado constancia de que los hechos relatados se registraron sobre las seis de la mañana del día 23 de mayo de 2003. A esa hora el acusado mantuvo una discusión con su supuesta víctima en el cruce entre la calle César Manrique y la avenida de Las Playas de Puerto del Carmen, a quien terminó propinando un puñetazo en la cara.

Tras caer de espaldas y golpearse la cabeza con el asfalto, la víctima quedó abandonada en el suelo mientras se desangraba. Según la Fiscalía, el acusado se jactó además de su agresión, manifestando a varios testigos “veis, de un solo puñetazo lo he tirado”.

Tal y como constataron en su informe pericial dos médicos forenses, uno presente en la propia sala de vistas de la Audiencia Provincial y el otro desde Las Palmas pero presente través de videoconferencia, el denunciante presentaba traumatismo craneoencefálico, daños oculares, hematomas faciales y labiales, y secuelas como traumatismo orgánico de la personalidad leve, trastorno mixto del lenguaje y disfasia, entre otros, teniendo que ser trasladado hasta el Hospital Doctor Negrín de Las Palmas, donde permaneció ingresado por espacio de 77 de los 123 días que estuvo imposibilitado para trabajar.

Argumentos de la defensa

Por su parte, el acusado alegó en su testimonio que en ningún caso se trató de una agresión, sino de un acto de defensa propia. “Él era conocido en el pueblo como alguien muy conflictivo, que lleva 15 años enganchado a la heroína y que fijo iba por ahí con un cuchillo en el bolsillo”, dijo el imputado. “No le pegué ningún puñetazo. Sólo le empujé porque él venía con las manos en alto”, afirmó. “Me reconoció porque unos días antes le eché de una cafetería de un amigo mío a la que entró fumando un cigarro de coca, saque, y cuando se estaba cerrando”, agregó.

El acusado negó también que en ningún caso se jactara de la lesión del denunciante, y expuso que no abandonó al herido, sino que tuvo que marcharse ante la presión de los porteros de la discoteca.

Además, el letrado de la defensa alegó que parte de las secuelas del denunciante constatadas por los forenses procedían más bien de los años de drogodependencia y consumo de heroína de la propia víctima, y no tanto por el golpe que “accidentalmente” se produjo el denunciante tras caer de espaldas.

“Está constatado que el 80 por ciento de los consumidores de heroína sufren trastornos de la personalidad y disfunciones del lenguaje”, aseveró el abogado, quien argumentó también que, una semana después de que fuera ingresado el denunciante en el centro hospitalario, su grado de alcohol en sangre era de 188 gr/l, “una medida excesivamente alta”.

A la vista oral de este miércoles acudieron también diversos testigos, como varios empleados de la discoteca, amigos del acusado que presenciaron lo ocurrido, así como los agentes de la Guardia Civil de Tías que, dos semanas después de que se registraran los hechos.

El juicio quedó visto para sentencia.