Un pesquero español rescata a un cayuco a la deriva con siete fallecidos a bordo
El pesquero español Tiburón III rescató este miércoles por la noche a un inmigrante vivo y a siete fallecidos de un cayuco a la deriva a 300 millas de Senegal, pero la cifra puede elevarse ya que la embarcación pudo partir con medio centenar de personas a bordo, según el relato del único superviviente.
AGENCIAS
Fuentes de Salvamento Marítimo explicaron que en las próximas horas está previsto el encuentro del buque hospitalario Esperanza del Mar con el pesquero, cuya base se encuentra en A Guarda (Pontevedra).
El superviviente, que fue hallado en un estado muy débil, aunque se está recuperando, ha relatado a los tripulantes de Tiburón III, que en el cayuco viajaban en total 54 personas y que se encontraban a la deriva en el mar desde hace veinte días.
Una vez que el Esperanza del Mar suba a bordo a los siete fallecidos y al único inmigrante hallado vivo, tomará rumbo a las Canarias, trayecto en el que puede invertir varios días dado que en estos momentos le separan 600 millas del sur del archipiélago.
El cayuco fue avistado al oeste de Cabo Blanco, a 300 millas de Senegal.
Traslado a Canarias
Los siete cadáveres y el único superviviente del cayuco a la deriva encontrado por un pesquero a 300 millas de Senegal serán trasladados a Canarias no antes de 48 horas, según informaron fuentes de Salvamento Marítimo, siempre y cuando el buque de rescate ‘Esperanza del Mar', quien rescató a esta persona sobre las 01:30 horas, no considere oportuno desviar su trayectoria por razones médicas.
Salvamento Marítimo afirmó este jueves que el destino del Esperanza del Mar es Canarias porque “es el mejor sitio donde puede ser atendido” el único superviviente del trágico suceso, a no ser que por razones médicas se decida variar el rumbo.
No obstante, dada la lejanía, unas 600 millas del sur del Archipiélago, en ningún caso la llegada se produciría antes de 48 horas, por lo que antes de este sábado no será posible que el ‘Esperanza del Mar' toque tierra canaria.
"El panorama era horroroso. Los inmigrantes llevaban siete días muertos"
“El panorama que nos encontramos fue dantesco, horroroso. Había siete cadáveres que llevaban siete días muertos y un superviviente que se encontraba grave. Llevaban 20 días a la deriva en el mar”. El patrón del ‘Tiburón III', José María Abreu, no pudo evitar las lágrimas durante sus declaraciones a la prensa.
El barco gallego venía desde Ecuador y acababa de detenerse en la isla de San Vicente en Cabo Verde, para dejar a la mitad de su tripulación. Los otros seis marineros, de origen gallego, partían desde las costas africanas rumbo a La Guarda, en Pontevedra, donde se encuentra la base del pesquero.
Tras divisar el cayuco, cuando se acercaron, se toparon con una trágica escena: siete cadáveres en avanzado estado de descomposición y un superviviente, destrozado.
“El olor era horroroso. Los cuerpos estaban francamente mal. En estos momentos, soy una persona rota. Antes que patrón de barco, soy un ser humano. Se lo digo con el corazón en la mano: es muy fuerte, nunca había vivido un momento tan duro”, relata Abreu.
Tras descubrir el cayuco naufragado, el capitán avisó a las autoridades y rescató al superviviente. El buque hospitalario ‘Esperanza del Mar' fue al encuentro del pesquero y a la 1.30 de hoy recogió al subsahariano y a los siete cadáveres. El ‘Tiburón III' ya navega rumbo a las costas de Vigo.
Los marineros tuvieron que achicar agua del cayuco con una motobomba para evitar que se hundiese. Cuando el pesquero subió a bordo al único inmigrante con vida, éste relató los pormenores de su travesía: habían salido del puerto de Nuadibú, en Mauritania, llevaban 20 días a la deriva y los ocupantes del cayuco eran en total 57.
El capitán y el inmigrante, que dijo ser de origen senegalés, se comunicaron por escrito, ya que el superviviente sólo hablaba francés, idioma que desconocía el patrón: “Se quedaron sin agua y conforme los inmigrantes iban muriendo, los iban tirando por la borda”, narra el patrón.
A pesar de su heroica actuación, Abreu no puede evitar sentirse culpable: “Hicimos todo lo que pudimos, pero no me siento satisfecho. Me hubiera gustado salvar a más gente y llegar con todos a tierra. Es horrible. Todos estamos francamente mal”, explica el patrón, que lleva cuatro meses y medio en alta mar dedicado a la pesca del pez espada. El marinero ve bastante difícil que se puedan recuperar los cadáveres de los desaparecidos, ya que les tiraron por la borda hace una semana.
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, fue el primero en relatar que un pesquero español, el ‘Tiburón III', encontró el miércoles frente a las costas de Cabo Verde, a 300 millas de Senegal, a un superviviente y siete cadáveres que estaban a la deriva como consecuencia del naufragio.
Rubalcaba dijo, en una rueda de prensa ofrecida en el Consejo de Seguridad Nuclear, que la cifra de víctimas puede elevarse , ya que en la embarcación podrían viajar medio centenar de personas.