jueves. 26.06.2025

El pabellón número 6 del recinto ferial de IFEMA es una morgue descomunal, donde el horror y el llanto inundan todos los rincones, se pegan a las paredes y traspasan puertas y ventanas. Todos temen el momento de entrar, pero en algún momento tienen que enfrentarse al duro trago de buscar e identificar a un ser querido. Los forenses han identificado a 41 víctimas mortales del accidente aéreo ocurrido en el aeropuerto de Barajas, mientras que 80 tendrán que ser identificadas mediante pruebas de ADN, debido a las condiciones en las que se encuentran los cuerpos, y a 32 se las tratará de identificar por las huellas dactilares. Si no es posible, se les harán pruebas de ADN también.

Trabajo de 40 forenses

Los resultados estarán disponibles en un plazo de 48 horas, para lo que trabajan 40 forenses, en su mayoría de la Comunidad de Madrid, pero con refuerzos de otras Comunidades. El juez ha decretado que los cadáveres que ya han sido identificados sean entregados a sus familiares, mientras que los restos de los demás fallecidos se han trasladado al cementerio de La Almudena hasta que se obtengan los resultados de las pruebas de ADN. Este jueves los bomberos han encontrado los cadáveres de los dos pasajeros que aún no habían sido hallados. Corresponden a un bebé y a un niño. Hasta IFEMA se han desplazado durante la mañana autoridades como los Reyes de España, la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, o el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, para trasladar su apoyo a los familiares de las víctimas.

El breve trayecto entre el pabellón número 8 y el 6 se hace eterno para los familiares de las víctimas del accidente aéreo de Barajas. Supone la confirmación de lo irremediable. Médicos y psicólogos les acompañan en ese terrible momento. "Lo peor es la identificación de los cadáveres, es el fin de toda esperanza y cuando se viven las peores escenas, porque la mayoría de los familiares se derrumba", asegura Jesús López Santana, portavoz de Cruz Roja en Extremadura y que no dudó en desplazarse hasta Madrid para colaborar en un momento tan difícil.

Versión de Spanair

El subdirector general de Operaciones de Spanair, Javier Mendoza, ha confirmado que el comandante del vuelo JK 5022 retornó la aeronave a la puerta de embarque antes de iniciar la carrera para efectuar el despeque tras detectar e informar del "calentamiento excesivo en una toma de aire", por lo que, una vez aislado el problema, se le autorizó a que volviera a la pista de despegue al no detectar más anomalías. Mendoza ha explicado que el personal de mantenimiento de la compañía trató el fallo de acuerdo con los procedimientos de los manuales del avión, lo "aisló dentro de las condiciones para volar y fue despachado para volar de nuevo".

En rueda de prensa en Madrid, Mendoza ha asegurado que una vez revisada toda la documentación del problema por parte de los técnicos de Spanair tras el siniestro no se ha detectado ninguna "anormalidad" en la resolución tomada por la tripulación y el personal de tierra. "Se ha actuado según los estandares y procedimientos que marcan los manuales del avión", ha recalcado. Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, no ha querido hacer especulaciones y ha asegurado, tal y como había hecho el presidente del Gobierno mañana, que la investigación será "exhaustiva" y se sabrá todo.

Identificados 41 cadávares y los otros cuerpos en dos días
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