jueves. 28.03.2024

La Guardia Civil de la Región de Murcia ha desarrollado desde 2018 una investigación en el marco de la operación Barramais dirigida a esclarecer una serie de estafas cometidas mediante el conocido como ‘fraude del CEO’ (Chieff Executive Officer), que ha culminado con la desarticulación de una compleja e internacional organización criminal presuntamente dedicada a la ciberdelincuencia que habría ocasionado pérdidas cercanas a los dos millones de euros en 40 empresas nacionales e internacionales. Según ha informado el Instituto Armado este martes en nota de prensa, uno de los detenidos vivía en la localidad turística y residencial de Costa Teguise, en el municipio de Teguise.

La operación se ha saldado con la detención 15 personas y la investigación de otras 16, todas ellas como presuntas autoras de los delitos de usurpación de estado civil, falsedad documental, estafa, daños informáticos, blanqueo de capitales y de pertenencia a organización criminal. Además, la Guardia Civil ha recuperado 350.000 euros.

La investigación se inició en 2018, cuando la Guardia Civil detectó cierto incremento en el número de denuncias presentadas por empresas de la comarca del Campo de Cartagena por supuestas estafas cometidas con métodos de ciberdelincuencia.

Especialistas en Policía Judicial de la Benemérita determinaron que existían ciertos nexos en el modus operandi empleado para llevar a cabo los ilícitos denunciados.

‘Fraude del CEO’ o ‘Men in the Middle’

Los investigadores observaron que las estafas se cometían a través de las nuevas tecnologías con el método conocido como ‘fraude del CEO’, también llamado ‘Men in the Middle’, que consiste en el envío de correos electrónicos a miembros del equipo financiero o contable de una empresa, suplantando la identidad de altos cargos ejecutivos o CEO,s. De esta forma, convencen a los destinatarios de que transfieran dinero de forma urgente para cerrar una operación financiera o pagar una factura. El dinero es ingresado en una cuenta bancaria en manos de la organización criminal.

Este hilo conductor, fue destapando una consecución de ilícitos no solamente cometidos contra empresas murcianas, sino también, contra otras mercantiles con sede en Valencia y Madrid, e incluso en Palestina, Italia, Serbia, Macedonia, Indonesia y Hong Kong.

‘Mulas económicas’

Los agentes averiguaron que el principal líder de la organización criminal era un ciudadano nigeriano con un abultado historial delictivo similar, asentado en Valencia, quien, al parecer orquestaba la trama que iniciaba localizando a personas sin recursos en barrios marginales de Valencia y Madrid. A cambio de que facilitasen su identidad para abrir cuentas bancarias, les ofrecía un porcentaje del dinero que se ingresara en éstas.

La estafa se iniciaba mediante una aplicación informática que daba acceso al contenido del correo electrónico corporativo de altos cargos de varias empresas. Después de intervenir estas cuentas de correo, extraían toda la información posible acerca de clientes, proveedores y facturas pendientes para conocer con qué mercantiles o personas mantenían relaciones comerciales y cuales de ellas tenían facturas pendientes para, más tarde, crear cuentas de correo electrónico similares a las corporativas a fin de infundir error en los destinatarios.

Para dar credibilidad a la estafa y, después de contactar con las empresas con las que existían deudas, falsificaban las facturas pendientes y les indicaban las cuentas bancarias donde tenían que ingresar el dinero.

A las cuentas bancarias abiertas expresamente para este cometido, llegaban los ingresos o transferencias, de donde el cabecilla obtenía los fondos defraudados y los desviaba a terceras cuentas en el extranjero, principalmente en Portugal y Reino Unido.

El dinero pasaba por hasta cuatro cuentas bancarias hasta su destino final

Para dificultar su rastreo y evitar que el movimiento pudiera ser interceptado antes de que llegara a su destino final, durante las primeras 24 horas el dinero pasaba por hasta cuatro cuentas bancarias distintas, lo que dificultó enormemente la labor de los investigadores.

La Guardia Civil analizó las imágenes de numerosas cámaras de seguridad de distintas entidades bancarias que sirvieron para identificar a gran parte de los miembros de esta organización criminal mientras realizaban operaciones financieras en las cuentas previamente establecidas para llevar a cabo las estafas.

Una vez obtenidos los indicios necesarios, la Guardia Civil puso en conocimiento de la autoridad judicial el resultado de la investigación, así como la búsqueda del principal sospechoso, que se hallaba en paradero desconocido.

En julio de 2020, cuando intentaba huir a Nigeria a través del aeropuerto de Porto Novo (Benin), el líder de la organización criminal ahora desmantelada, de 47 años y natural de Nigeria, fue detenido para la ejecución de una orden de extradición dictada por autoridades judiciales españolas.

Desde el inicio de la investigación, la Guardia Civil ha esclarecido cerca de una treintena de delitos de estafa en los que, presuntamente, han participado un total 31 personas, todas las cuales han sido localizadas y detenidas/investigadas en los municipios de San Javier (Murcia), Liria, Alfafar, Sueca, Almussafes (Valencia), Sevilla, Costa Teguise (Las Palmas) , Burgos, Algeciras y Chiclana de la Frontera (Cádiz).

A los 15 detenidos y 16 investigados, varones, con edades comprendidas entre los 28 y 52 años de edad y naturales de España, Bélgica, Francia, Nigeria, Rumanía, Sudáfrica y Guinea Bissau se les atribuye la presunta autoría de los delitos de usurpación de estado civil, falsedad documental, estafa, daños informáticos, blanqueo de capitales y de pertenencia a organización criminal

Hasta el momento, la Benemérita cifra el número de empresas afectadas en 40, con pérdidas que rondarían los dos millones de euros, de los cuales, 352.000 euros han sido recuperados.

La operación ‘Barramais’ ha concluido con la puesta a disposición de los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción de San Javier, Cartagena y Elche (Alicante) de 31 personas, presuntos miembros de una organización criminal de ámbito internacional dedicada a estafas y fraudes.

Las actuaciones llevadas a cabo en la Comandancia de Las Palmas fueron realizadas por parte del Equipo Territorial de Policía Judicial (ETPJ) de Costa Teguise, en el que  procedieron a la investigación de una persona de 46 años de edad relacionada con las estafas fraudes que se detallan en esta operación policial.

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