La Fiscalía pide 8 años y seis meses de prisión para los dos policías nacionales de Arrecife que fueron expedientados en noviembre de 2005 por la supuesta detención ilegal de un ciudadano extranjero cuando estaban fuera de servicio en un aparcamiento cercano al bar El Linde de la calle Canalejas.
J.C.E.A. y J.R.C., que serán sometidos a juicio en Arrecife ante la Audiencia Nacional de Las Palmas los próximos días 27 y 28 de marzo, están acusados de detención ilegal (3 años y medio de cárcel), delito contra la integridad moral un año de prisión), falsedad en documento oficial (4 años de prisión y una multa de 13.500 euros) y una falta de lesiones (multa de 1.800 euros).
En su escrito de calificación, del que finalmente retiró la imputación por torturas, el fiscal solicita multas de 15.600 euros e indemnizaciones de 4.200 euros -3.000 por daños morales y 1.200 por lesiones- para la víctima, un súbdito natural de Ghana.
Hechos
Según la versión que aporta el fiscal, la madrugada del sábado 5 de noviembre de 2005 los dos funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía se encontraban en un aparcamiento cercano al citado bar. Allí acudieron dos ciudadanos africanos residentes legales en Fuerteventura pero que trabajaban en Lanzarote, a los que los acusados preguntaron si vendían algo.
Según el escrito del Ministerio, ante la negativa de éstos uno de los policías empujó a uno contra la pared mientras que el otro huyó del lugar. El primero también lo intentó pero fue alcanzado en la calle La Porra, donde le retuvieron y le tiraron al suelo, dándole una patada en la cara. El fiscal alega que los policías no se identificaron en ningún momento ni informaron al extranjero de que estaba detenido.
Entonces aparecieron varias patrullas policiales y los acusados le esposaron, siendo trasladado hasta Comisaría sin causa legal alguna, siempre según el fiscal. Una vez en dependencias policiales, afirma el Ministerio los acusados hicieron que el detenido firmara las diligencias sin conocer su contenido, y que allí fue agredido y humillado nuevamente. “Baja la cabeza, mono de mierda”, fueron las palabras que le dirigieron, según se asegura en la denuncia.
Luego, mientras acudían a un centro médico para asistir al herido, los acusados supuestamente seguían golpeándole para poder presentar alguna lesión que pudiera justificar dicha actuación. El fiscal afirma que en el atestado se narran hechos irreales, como que hubo una agresión previa a uno de los agentes, y que el instructor de las diligencias fue obligado a redactar los hechos bajo dictado de los acusados.
El atestado, que acusaba al extranjero de un delito de atentado contra Agentes de la Autoridad, fue remitido al Juzgado Número 4 de Arrecife, quedando en libertad ese día el súbdito de Ghana y siendo archivadas las diligencias diez días después.
