Los repartidores a domicilio de la famosa cadena de pizzerías-restaurantes Capi y Blas han sido víctima durante la pasada semana de diversos robos.
Así lo relató a esta redacción uno de los motoristas pertenecientes a uno de los establecimientos de la cadena ubicado en Playa Honda. Según sus palabras, la semana pasada se cometieron al menos seis robos de estas características.
El modus operandi de estos jóvenes encartados, que presumiblemente actúan en pandilla, es bien sencillo pero también bastante efectivo. Al parecer, se hacen pasar por clientes y cuando encargan un pedido por teléfono dan una dirección falsa y un número de teléfono que, efectivamente existe, pero no guarda relación alguna con el domicilio indicado. De esa manera, se aseguran de que no haya dudas por parte de los vendedores antes de enviar a sus repartidores.
Según denuncian los propios motoristas del Capi Blas, los robos siempre se producen cuando la dirección a la que hay que acudir está ubicada justo en un complejo residencial. “Claro, mientras uno se baja de la moto, entra en el complejo, sube las escaleras y por fin da con la puerta que es, te encuentras con que la respuesta de la persona que te abre es: -Aquí no hemos encargado ninguna pizza, eso es que te están robando, chaval”-.
La lógica demora en la entrega, desde la llegada al complejo hasta el regreso del repartidor hasta su vehículo, permite a los encartados disponer de varios minutos en los que fuerzan a su antojo la caja o trasportín de la motocicleta y sustraen el resto de pedidos que al empleado le quedan por repartir.
“Al menos de momento no nos los hemos encontrado de frente, porque tampoco sabemos si llevan navajas o cuál sería su reacción si les pillamos in fraganti”, asegura aliviado uno de los repartidores, quien confiesa que en cada reparto no llevan normalmente más de 30 euros para el cambio por temor a ser asaltados.
Los empleados del establecimiento creen que sus propietarios han interpuesto ya una denuncia ante la Guardia Civil o la Policía Nacional. Lo cierto es que dicen estar cansados de esta situación, que nunca antes se había producido con tanta reincidencia. Por eso, la única salida que ven de momento para evitar más robos es dejar para el final de la ruta la entrega de los pedidos que vayan dirigidos a complejos residenciales.
