Los agentes de la Policía Judicial que instruyeron el caso aseguraron que los testigos incurrieron en numerosas contradicciones y omisiones de datos fundamentales que explicaban en posteriores declaraciones

El acusado de matar a un amigo a golpes tenía antecedentes por un hecho similar en La Rocar de Arrecife

Una persona mayor que vivía junto a la chabola de Manuel Antonio I.L. fue asesinada al recibir un golpe y posteriormente fue rociada con gasolina

La Rocar.

El inspector de la Policía Judicial que instruyó el caso en el que un hombre asesinó a otro presuntamente dándole un golpe en la cabeza explicó este martes ante la Sala que el acusado, Manuel Antonio I.L., tenía antecedentes penales, entre ellos por un hecho muy similar a este que tuvo lugar en La Rocar.

El acusado tenía antecedentes por una agresión sexual en el momento en el que vivía en Galicia, un delito de robo con fuerza al haber pegado a una persona para sustraerle dinero en Puerto del Rosario y otro en Lanzarote de robo con violencia.

El hecho que más llama la atención es un delito en el que se vio envuelto el imputado cuando vivía en La Rocar (Lanzarote) pues una persona mayor que vivía junto a la chabola de Manuel Antonio I.L. fue asesinada al recibir un golpe y posteriormente fue rociada con gasolina.

En este caso, al igual que en el que se cierne en torno a la muerte de Enrique A.H., era una persona mayor, el acusado se encontraba cerca de él y fue el que llamó a la Policía y a los servicios sanitarios.

Este responsable del Cuerpo calificó a Manuel Antonio I.L. como una persona “fría” en sus manifestaciones y de cambiar sus declaraciones según la propia Policía le ponía de manifiesto las contradicciones que presentaban sus argumentos.

Así pues, la Policía también explicó que en estos ambientes marginales el móvil para matar a una persona puede ser “incomprensible” para la mayoría pues puede ser desde “molestias por el ruido, la ocupación de un camastro o deudas de 15 o 20 euros”. Concretamente, de todos los habitantes de la casa, la víctima era la única que cobraba una pensión y podría tener dinero, explicaron los agentes.

Destacaron también los policías durante la sesión del juicio con jurado celebrada este martes en la Audiencia de Las Palmas, cómo en un primer momento, José Luis Q., ‘El Guindilla', que vivía en la casa ocupada junto con la víctima, el acusado y otras personas, eludió declarar que habían sido ellos quienes habían sacado el cadáver a la calle y tras numerosas contradicciones reveló que Manuel Antonio I.L. le dijo: “Vamos, ayúdame que me lo he cargado”.

En la sesión, que se comenzó con la prueba testifical, salió a relucir el carácter violento del acusado cuando bebía, una adicción que compartía con el resto de sus compañeros, además del consumo de sustancias estupefacientes.

El acusado se enfrenta a una condena de 18 años de prisión por un delito de asesinato cuya culpabilidad se determinará a partir de este miércoles de manos de un jurado popular.