jueves. 28.03.2024

La Guardia Civil de Las Palmas de Gran Canaria culminó el pasado día 8 de abril la llamada Operación Jaira, bajo la tutela del Juzgado de Instrucción número 8 de Arrecife, desmantelando una organización criminal que traficaba con cocaína procedente de la ciudad colombiana de Medellín.

La droga era transportada en envíos postales que declaraban contener muestras de artesanía, en cuyo interior se encontraba la droga perfectamente camuflada e impregnada con sustancias que impedían ser detectada por los canes antidroga, tratándose de una innovadora técnica de introducción de cocaína en nuestro país que denota la alta especialización de la organización criminal.

El máximo dirigente de la organización, JCJC, de 29 años, de nacionalidad colombiana y residente en Lanzarote, importaba directamente la droga desde la ciudad colombiana de Medellín, desde donde, mediante artesanas y especializadas técnicas de ocultación, remitían envíos postales hasta la isla de Lanzarote, donde operaba la organización.

Las medidas de seguridad empleadas por el cerebro de la organización eran muy minuciosas, y para recibir los envíos empleaba las identidades de personas sin antecedentes policiales que eran captadas al ser remuneradas con importantes cantidades económicas. Una vez que el paquete llegaba al destino procedían a su retirada, siempre bajo la supervisión y el control de personas pertenecientes a la organización.

Tras la primera intervención policial se procedió a las detenciones de M.A.V.B. de 23 años y J.J.F.V. de 31 años, ambos de nacionalidad colombiana, cuando trataban de retirar el envío en una Agencia de Aduanas en Lanzarote.

La extraordinaria labor policial fue determinante para la identificación y localización del máximo dirigente de la organización, quien tras tener conocimiento de las detenciones de los dos anteriores utilizó varios medios de transporte con la intención de abandonar el país evadiendo la acción de la justicia, sin embargo, fue sorprendido en el aeropuerto de Gran Canaria instantes antes de que tomara un vuelo con destino a Madrid, desde donde pretendía volar hasta la ciudad colombiana de Pereira. Consecuencia de estas detenciones fue el ingreso en prisión de todos ellos.

Posteriormente, se produjo una cuarta detención, en este caso de una mujer también de nacionalidad colombiana, C.R.A, de 35 años, quien mantenía una estrecha relación con el principal implicado, colaborando en cuanto a la captación de personas encargadas de retirar los paquetes.

Lo más impactante de la investigación ha sido el descubrimiento de las especializadas e innovadoras técnicas que se utilizaban en el país de origen para camuflar la droga. Para ello fabricaban floreros de bambú, hechos a medida, a los que se les practicaba un hueco vertical en su superficie en el que quedaba perfectamente introducido un semicilindro de acero en cuyo interior se encontraba la cocaína, siendo necesario para extraer la droga perforar una pasta muy sólida, que lo convertía en un bloque hermético. Sobre esta superficie, se plasmaban unas figuras de escayola que les daban una imagen artística.

A su vez, cada uno de los bloques metálicos era envuelto en papel de aluminio e impregnados con una sustancia resinosa de fuerte olor, con la intención de anular la posible detección por parte de los canes antidroga.

El resultado fue la incautación de doce semicilindros de cuyo interior se extrajo aproximadamente un total de 1500 gramos de clorhidrato de cocaína, cantidad que sería multiplicada hasta diez veces, una vez hubiera sido elaborada con sustancias de corte para su distribución por esa y otras islas del archipiélago canario.

Desarticulada una red de tráfico internacional de cocaína que operaba directamente...
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