Los dos se bajaban de una guagua con una botella en la mano cuando comenzaron los incidentes con los agentes en mitad de las fiestas de esta zoa turística

Denuncian a la Policía Local de Tías por presuntas palizas a dos jóvenes en Puerto del Carmen

La denuncia presentada en los juzgados, los partes de lesiones, el testimonio de varios testigos e imágenes grabadas por decenas de viandantes respaldan las acusaciones de los dos afectados

Dos jóvenes residentes en Lanzarote, Harold Eduardo Espinosa, de 35 años, y Paulo César Gómez, de 39, ambos de nacionalidad española y residentes en la Isla hace unos once años, han denunciado ante los juzgados de Arrecife la paliza que presuntamente recibieron el pasado domingo de madrugada por parte de la Policía Local de Tías.

En plenas fiestas de Puerto del Carmen, siempre según el relato de los denunciantes, los dos afectados se bajaban de una guagua en la parada del Centro Comercial Atlántico, sobre las 06:45 horas, en la que se habían trasladado desde Arrecife hasta la zona turística, ya que residen hace varios años en la calle Anzuelo de este núcleo de Tías. Pero hicieron el trayecto con una botella de alcohol en la mano "que estuvo cerrada durante todo el recorrido y por lo que el chófer de la guagua nunca nos advirtió", según relatan.

Sin embargo, la Policía Local de Tías esgrime en su denuncia, anterior a la de estos dos jóvenes, que fue el propio conductor de la guagua el que alertó a los agentes de la presencia de los dos jóvenes con la botella. Las dos víctimas han denunciado también al propio conductor del vehículo. La Policía Local ha denunciado y detenido a uno de los dos jóvenes, aunque presuntamente cargó con sus porras contra los dos.

"El motivo para la agresión policial", una botella

"Nada más bajarnos se acercaron unos policías que nos quitaron la botella", cuenta una de las víctimas. "Hasta ahí lo entendemos porque está prohibido, aunque ni siquiera el chófer nos dijo nada. Lo que no entendemos es que, sin explicarnos por qué nos quitaban la botella ni hacer nosotros nada más, empezaran a pegarme. Caí al suelo y le grité a mi amigo para que no se metiera, pero los policías se le acercaron y él se defendió dando una patada a uno de los policías. Luego apareció otro y otro más, hasta que al final lo pusieron contra la pared, entre seis o siete policías le dieron una paliza y le detuvieron", señala Harold Eduardo Espinosa, uno de los afectados.

Los denunciantes explican que incluso una vecina y su hermano, que viabajan con ellos en la guagua, y que fueron testigos de los hechos,, quisieron mediar para que no siguiera la presunta agresión. "La mujer denunció también luego a la Policía porque la agarraron por el brazo y la apartaron", agregan.

Acto seguido, y con uno de los dos jóvenes detenido en el coche policial y ya en dirección a comisaría, cuenta el otro joven que se dirigió a urgencias para que le atendieran las heridas. Según los partes de lesión mostrados a este diario, sufre rotura de mandíbula. Su teléfono móvil sufrió también daños, además de la camisa que vestía.

Pero sin duda la peor parte se la llevó su amigo, Paulo César, quien aparte de terminar denunciado por darle presuntamente una patada a un policía tras comenzar la pelea -agresión a un agente de la Autoridad-, presenta fractura de costilla, fractura de mano, hematomas en la sien y en el ojo.

Denuncias

Minutos más tarde, el joven que no había sido detenido se dirigió también a la Guardia Civil, que le sugirió que denunciara los hechos en las propias dependencias de la Policía Local de Tías. "Allí estaban muchos de los agentes que nos habían agredido, así que temí que iban a poner lo que les diera la gana en mi denuncia, y por eso fui al final hasta los juzgados para denunciar", narra.

Según el testimonio de Harold, su amigo admitió los hechos porque estuvo incosciente durante casi tres horas. Teniendo en cuenta que este tipo de delitos está penado con unos seis meses de prisión, en este caso, que afecta a dos personas que tienen la nacionalidad española desde hace cuatro años, que llevan casi 12 siendo residentes en Lanzarote y que no cuentan con ningún antecedente anterior, el único detenido fue puesto en libertad con cargos tras admitir los hechos "porque estuvo incosciente durante casi tres horas".

Y es que, según el testimonio de Harold, su amigo Paulo ratificó la denuncia en su contra porque "desde que nos dieron y hasta las diez de la mañana, cuando medio despertó con el médico, no se acordaba de nada". Al final rubricó también el pago de una multa de 30 euros por daños causados a uno de los policías locales. Días después intentó sin éxito recurrir esa decisión judicial.

Argumentos para "que se haga justicia"

Los denunciantes de este caso aseguran que nunca han tenido ningún problema con la policía. Por eso alegan que no entienden que las fuerzas del orden, en lugar de protegerles como ciudadanos, les maltraten. A su favor, ambos cuentan con la denuncia presentada en los juzgados, los partes de lesiones -en los que se habla de agresión y de las citadas heridas- y el testimonio de varios testigos, que respaldan sus acusaciones contra la Policía Local de Tías. "Una chica que se llama Susi también se ha ofrecido como testigo porque lo vio todo y también lo denunció también ser maltratada mientras intentaba mediar, y está además tratando de buscar imágenes grabadas de la paliza, porque hubo un gran revuelo y mucha gente se puso a grabar la agresión", comenta. Los afectados se sienten agraviados de forma injusta y tienen previsto dirigirse también al propio Defensor del Pueblo.