El decano y el comisario entierran su hacha de guerra y anuncian que tratarán de reconducir la situación
Aunque continúa patente el malestar en el Colegio de Abogados y en el Cuerpo Nacional de Policía, el decano , Francisco Torres, y el comisario jefe, Raimundo Villanueva, parecen haberse dado una tregua tras un interminable cruce de acusaciones">interminable cruce de acusaciones.
Después de que el Colegio de Abogados de Lanzarote pidiera hace diez días a la Delegación del Gobierno en Canarias el traslado urgente de un agente de la Comisaría de Policía de Arrecife, al que acusan de no respetar los derechos de los detenidos y de someter a ciertos abogados a un trato vejatorio, el encuentro previsto entre Torres y Villanueva a las 20:0 horas en la sede del Colegio profesional fue pospuesto para después de Semana Santa. Eso sí, ambos conversaron en un tono conciliador y que dejaba entrever buena voluntad por terminar con la polémica por las dos partes.
Acusaciones
Villanueva defendió la actuación de su agente y criticó postura del decano. "Podrían haberse dirigido al juez en lugar de haber presentado la denuncia ante la Delegación del Gobierno de Canarias". Para el comisario, tras el escrito presentado por Torres a través de la Dirección Insular no hay sino un intento de desacreditar y perseguir a un funcionario público. "Seguramente irán a posteri al juez para intentar arreglar la situación", afirmó.
Lo que Villanueva entiende como un excesivo celo corporativista y un sobrado afán de protagonimo es interpretado por el decano como casi una dejadez de funciones por parte del comisario. "Le advertimos en su día de la situación, pero él no supo atajarla. Como no tomó las medidas adecuadas, nos hemos vistos obligados a presentar esta denuncia", dijo Torres. Según el representante de los abogados, durante el último mes ha recibido al menos cinco quejas por escrito de los colegiados sobre la actuación de este policía. "Y verbales ha habido muchísimas", aseguró.
Torres, que insistió en que una de las misiones del Colegio es, "pese a quien le pese", servir de garante de los derechos de los ciudadanos, postuló que "ningún funcionario de turno puede interpretar al libre albedrío los derechos de nadie, ni siquiera los de los detenidos".
El decano considera que el comisario ha faltado a la verdad al afirmar que la conducta del agente en cuestión es "ejemplar", y al sostener que es más bien la conducta de un grupo de abogados la que ha provocado esta agria polémica.
Contradicciones
Torres declaró a "Crónicas" que no le sorprendieron las declaraciones del comisario, al que acusó de desdecirse en 24 horas. "Primero dijo que no sabía nada y hoy reconoce que sí hablamos de manera informal", explicó. Por su parte, el comisario aclaró que había sido la interpretación de un medio local la que había propiciado este malentendido. "Es cierto que llegué de vacaciones esta semana, pero jamás dije que no conociera el tema", precisó.
Según ha podido saber este diario, el agente en cuestión podría ser uno de los que meritoriamente participaron en el rescate de uno de los tres jóvenes colombianos el pasado 17 de diciembre después de que el vehículo con el hacían trompos en la explanada de Puerto Naos se precipitara al mar. Está en comisión de servicios y forma parte del Grupo contra el Tráfico Pequeño y Medio de Estupefacientes del CNP.
Primera denuncia de este tipo
Francisco Torres insistió en que esta es la primera vez que se había producido una denuncia de este tipo y aclaró que las quejas van dirigidas por las actuaciones de un único agente, no del Cuerpo. "Las relaciones con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado han sido siempre exquisitas y de un trato inmejorable. Jamás hemos tenido un problema ni con la Policía Nacional ni con la Guardia Civil".
El decano aclaró que la situación actual no guarda relación con las relaciones de más o menos aprecio que pueda mantener el Cuerpo Nacional de Policía con el grupo de jueces que actúa en la Isla.