Cinco años y siete meses de prisión, cinco años y seis meses para ejercer el sufragio pasivo y 116.000 euros de multa es la condena que pesa ya sobre el narcotraficante Juan Gutiérrez García, que eludió en 2001 ser juzgado junto a la banda de traficantes de cocaína entre Colombia y España a la que pertenecía porque su defensa presentó un documento oficial español en el que se certificaba que el acusado había fallecido en accidente de tráfico en el país latinoamericano.
La titular de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas, de conformidad con la defensa y la fiscalía, ha dictado sentencia 'in voce' después de que Gutiérrez García, de 51 años y natural de Madrid, reconociera los hechos y se declarara culpable del delito contra la salud pública del que se le acusaba.
Ha quedado así probada su participación en los hechos acaecidos en junio de 1998 que motivaron la detención de Gutiérrez y de otras nueve personas. El hoy condenado, alojado entonces en un hotel del Sur tras llegar de Madrid, se encontró allí con uno de los miembros de la banda que traía 952 gramos de cocaína también de Madrid pero que fue interceptado en el aeropuerto de Gran Canaria y decidió colaborar. Gutiérrez pretendía entregarle 58.000 euros para que se trasladara a Tenerife a vender allí la mercancía. Entonces fue detenido. Estuvo en prisión sólo hasta diciembre de ese mismo año a la espera del juicio.
Gutiérrez García pasará a los anales de la jurisprudencia por 'certificarse muerto' durante ocho años. Su ‘fallecimiento' se hizo oficial sólo en la Audiencia Provincial de Las Palmas, cuando su representante presentó en 2001, durante el juicio al resto de la banda, un documento oficial español expedido en Colombia certificando su muerte en accidente de circulación.
El ‘tinglado' se le vino abajo cuando, según publicó en su día Canarias 7, su compañera sentimental lo denunció en Madrid por presuntos malos tratos en enero de este año, motivo por el que fue enviado a la prisión de Soto del Real. Allí confesó que tenía una causa pendiente en Las Palmas y demostró su ‘defunción' con ‘papeles' para evitar una condena. Así, fue trasladado a El Salto del Negro para ser juzgado en la Audiencia, donde hoy ha sido condenado por un delito contra la salud pública.
