Aviso de bomba en el aeropuerto de Lanzarote
El Consorcio de Seguridad y Emergencias del Cabildo de Lanzarote ha comunicado que se ha producido un aviso de bomba este jueves por la mañana en el aeropuerto César Manrique de Lanzarote. Para evitar que se crearan alarmas innecesarias, en la primera comunicación se advirtió que en los quince minutos que faltaban para llegar a las doce del mediodía se estaba comprobando por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado competentes en la zona la veracidad del aviso.
Eso no ha impedido, según las fuentes consultadas, que se hayan tomado todas las precauciones necesarias para evitar que se pudiera producir algún tipo de incidente en el caso de que la gente que realizó la comunicación sobre la existencia de una bomba fuera en serio y su información fuera real, lo que no suele suceder en la mayoría de los casos de estas incidencias. Así, se activó de inmediato el mecanismo de emergencia previsto para estos casos.
Media hora después del mediodía el Consorcio de Seguridad y Emergencias confirmó que finalmente y por suerte se pudo comprobar que se trataba de una falsa alarma, generada como consecuencia de la aparición de una nota manuscrita en la que se advertía de que alguien había colocado un artefacto dentro de un avión que iba a aterrizar en el aeródromo lanzaroteño.
La historia del aviso
Fuentes consultadas por este diario han explicado que el incidente surgió por la información aportada por el piloto de un vuelo procedente del aeropuerto de Cardiff que anunció a la torre de Lanzarote que podía tener un artefacto explosivo dentro del avión. Inmediatamente después de su aterrizaje se desalojó y se aisló el avión en la pista como primera medida de seguridad, mientras se restringían las operaciones en los minutos en los que se aclaraba la situación.
Acto seguido, se procedió a la inspección de la aeronave con el personal del aeropuerto especializado y con los agentes de la Guardia Civil que acudieron a cubrir la incidencia, todo bajo la supervisión del personal de la torre de control que coordinó el operativo. Después del minucioso registro, a las 12.26 horas se pudo comprobar que no había ninguna bomba y que por tanto se daba por finalizada la alarma.
Después de lo sucedido, como es lógico, se ha producido un trastorno en el aeropuerto y algunos retrasos en las operaciones previstas, y los trabajadores han tenido que esforzarse para reorganizar toda la planificación en un lugar donde suele haber muchísimo trasiego por la constante llegada de aviones, mucho más un jueves.